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Estrategias de disciplina

Estrategias de disciplina

Disciplinar a tu hijo puede ser difícil. Cuando los niños llegan a cierta edad, quieren desafiar a los adultos y a la autoridad. Es importante exigir y tener expectativas para el comportamiento de los niños. Pero ser fuerte con ellos sólo empezará una lucha por el poder en la cual lo niños dejarán de hacerte caso. Es importante escoger tus batallas y desarrollar estrategias para que te hagan caso.

Darle opciones. No discutas con tu hijo porque no quiere tomarse su leche durante el almuerzo. Déjalo tomar una decisión: “Te la puedes tomar ahora, o después. Es tu decisión. ¿Qué prefieres?”

Usa incentivos. No discutas con tu hijo porque no quiere comerse la ensalada de su almuerzo. Dale una razón porque querer comérsela: “Cuando termines toda tu comida, te daré el helado que querías como postre.”

Prepáralos para las transiciones. En lugar de interrumpir su juego para cenar, dale un aviso 5 minutos antes y otro un minuto antes. Después convierte la actividad en un juego: “Vamos a ver quién puede lavarse las manos y llegar a la mesa primero.”

Incluirlos en las decisiones. No le dictes lo que tiene que hacer. Incluye a tu pequeño en la discusión cuando dividan las tareas de la casa para que se sienta que es parte de la decisión.

Razona con ellos. En vez de decirles que dejen de jugar con la pelota dentro de la casa, pregúntale que creen que puede pasar si siguen haciendo esas cosas.

Crear una rutina. Para no demorarse durante las mañanas, puedes ayudar a tu pequeño preparar su ropa del próximo día por la noche. Créales una rutina por las mañanas, que incluya a qué hora desayunarán.

Convierte todo en un juego. No discutas con tu hijo cuando te diga que no se quiere poner su chaqueta para salir. Sonríele y dile “Yo subiré el cierre si te pones la chaqueta.”

Combina estas estrategias con otras para convencer a tus hijos y enseñarlos a seguir instrucciones sin discutir.

¿Cómo convences a tu pequeño a hacer lo que deseas? Déjanos tu comentario.