Will Smith, a quien en abril se le prohibió acudir a cualquier evento de los Premios de la Academia durante 10 años después de abofetear al presentador Chris Rock durante la ceremonia de este año, dio una entrevista a David Letterman sobre una visión que tuvo que le mostró uno de sus grandes temores: ver su carrera arruinada.
La conversación, que es parte del programa ‘My Next Guest Needs No Introduction’, fue grabada antes de que ocurriera aquel incidente y en ella el actor de 53 años habló sobre cómo uso por mucho tiempo la comedia como un mecanismo de resistencia, pues siempre se había considerado como un cobarde luego de vivir un trauma infantil.
“Creo que el impulso que tuve en mi carrera para tener éxito lo obtuve, en gran medida, por cierta inseguridad. Y el trauma de la inseguridad, creo, me hizo tener que ganar”.
Will Smith
Smith explicó que después de la película ‘I Am Legend’, de 2007, se dio cuenta de que su compromiso con el éxito no era saludable, y comentó que estuvo 14 días sin hablar para “ver la locura de lo que pasaba dentro de mi cabeza”.
“Había estado en la cima de todas las montañas materiales. Quería ser el mejor, pero correlacioné ser el mejor con tener la felicidad en mi vida que me haría sentir seguro”, dijo el actor y agregó, “Creo que es el viaje natural de la humanidad, cuando nos damos cuenta de que el mundo material es completa, absoluta y totalmente incapaz de mantener nuestra felicidad”.
“Había estado en la cima de todas las montañas materiales. Quería ser el mejor, pero correlacioné ser el mejor con tener felicidad en mi vida”
Will Smith
Esto cambió su visión del mundo, “Creo que cualquier cosa puede desaparecer en un segundo. Entonces, con esa cosmovisión, ¿cómo puedes estar aquí? ¿Y cómo puedes estar alegre y estar aquí?”.
Así que Will Smith se tomó dos años sin trabajar y emprendió un viaje espiritual, en el que consumió ayahuasca, una bebida de origen indígena que provoca distorsiones en la percepción de la realidad que se llega a usar con fines terapéuticos, lo cual calificó como “la experiencia psicológica individual más infernal de mi vida”.
El actor narró una de sus experiencias, “De repente, es como si empezara a ver que todo mi dinero se iba volando, mi casa se está yendo volando. Y mi carrera se está yendo. Y estoy tratando de agarrar mi dinero y mi carrera. Toda mi vida está siendo destruida”.
Entonces David Letterman le preguntó si perder su carrera y su dinero era algo que temía, a lo que él le respondió, “Es mi miedo”.
Will aseguró que las visiones aumentaron de intensidad pues una voz le dijo, “Esto es lo que es. Esto es lo que es la vida”, y enseguida escuchó a su hija Willow, gritándole: “¡Papá, ayúdame! ¿Cómo es que no me ayudas?”.
El actor dijo que en ese momento el chamán que supervisaba la ceremonia se acercó a él para obligarlo a relajarse y la visión se transformó:
Luego, lentamente, dejé de preocuparme por mi dinero. Solo quería llegar a Willow. Dejé de preocuparme por mi casa, por mi carrera”.
Will Smith
Ya más calmado, siguió oyendo a su hija, “Todavía escuchaba a Willow gritar”, y agregó que el dinero seguía volando, pero que estaba respirando lentamente y meditando, “Y estoy totalmente tranquilo, a pesar de que hay un infierno en mi mente”.
Smith dijo que esa experiencia le enseñó que puede soportar cualquier dificultad, “Cuando salí de eso, me di cuenta de que cualquier cosa que suceda en mi vida, puedo manejarla. Puedo manejar a cualquier persona que pierda, puedo manejar cualquier cosa que salga mal en mi vida, puedo manejar cualquier cosa en mi matrimonio. Puedo manejar cualquier cosa que esta vida me ofrezca”.
Me di cuenta de que cualquier cosa que suceda en mi vida, puedo manejarla.
WILL SMITH
Y finalizó, “En primer lugar, el noventa y nueve por ciento de las cosas que te preocupan nunca suceden”, dijo. “El noventa y nueve por ciento de tu dolor y miseria es todo autogenerado. No es real”.
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