A tan solo unos días de que se emita la entrevista del príncipe Harry y Meghan Markle con Oprah Winfrey, el diario británico 'The Times' publicó un reportaje en el que unos trabajadores del Palacio de Kensington denuncian a la exactriz de maltrato laboral.
Los denunciantes optaron por mantener el anonimato por miedo a represalias y mencionaron que los episodios de bullying ocurrieron en 2018 y que en ese tiempo informaron a Jason Knauf, quien era el jefe de comunicación de los duques de Cambridge y Sussex, antes de que separaran sus oficinas. Por ello Knauf informó a Buckingham lo que estaba sucediendo.
Cuando Harry se enteró, intentó interceder por el bien de su esposa y le pidió a Jason que no diera parte a la oficina de su abuela, entonces comunicó el problema a Simone Case, quien era secretario personal del príncipe William y él tuvo varias conversaciones sobre el tema con Samantha Carruthers, jefa de recursos humanos de Kensington y Clarence House.
El citado medio señala que, aparte de las dos personas que denunciaron a Meghan por crueldad emocional y manipulación, otro extrabajador declaró que fue humillado por la esposa de Harry y que muchos de sus compañeros temblaban ante su presencia.
En el artículo citan un mail en el que Kanuf le dice a Simon Case que Carruthers coincidía con él acerca de que se trataba de una situación muy seria y al final comenta, "Estoy preocupado por si finalmente no se hace nada con este caso", lo cual sucedió, pues los empleados no recibieron respuesta.
Tras la publicación del incendiario reportaje, Meghan Markle ya respondió por medio de un portavoz quien afirmó que era una campaña de desprestigio basada en la desinformación y añadió, "La duquesa está triste tras este último ataque, particularmente como alguien que ha sido blanco de bullying y está volcada en apoyar a aquellos que también han sufrido este dolor y trauma".
"Ella está decidida a continuar su trabajo generando compasión en todo el mundo y seguirá esforzándose por dar un ejemplo de hacer lo que es correcto y hacer lo que es bueno", agregó el portavoz.
Hasta ahora, El Palacio de Kensington y el Palacio de Buckingham no han respondido a las acusaciones.
El príncipe Harry y Meghan Markle tienen un gran historial de batallas contra la prensa. Tan solo el mes pasado, un juez de la Alta Corte de Londres falló a favor de Markle en una batalla legal contra el 'Mail on Sunday' por publicar fragmentos de una carta que le escribió a su padre.
Otra muestra es que, en una entrevista que el príncipe Harry dio a James Corden, le dijo que dejó la realeza porque la prensa tóxica le hacía daño, "Todos sabemos cómo puede ser la prensa británica, estaba destruyendo mi salud mental. Pensé, 'Esto es tóxico'. Así que hice lo que haría cualquier esposo y cualquier padre, por lo que pensé, 'Necesito sacar a mi familia de aquí'".
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