Meghan Markle, quien ya reveló el sexo del que será su segundo bebé, aseguró que ciertos miembros de la familia real británica expresaron dudas sobre el color de piel que tendría su primer hijo con el príncipe Harry. Además, reveló que durante su embarazo tuvo pensamientos suicidas y afirmó que la Casa Real se negó a ayudarla.
En entrevista con Oprah Winfrey, la cual fue transmitida este domingo 7 de marzo, los duques de Sussex relataron su experiencia antes de apartarse de la monarquía británica, y el nieto de la reina Elizabeth II lamentó el deterioro de su relación tanto con su hermano, el príncipe William, como con su padre, el príncipe Charles, de quien dijo que le ha "decepcionado".
Las revelaciones más grandes vinieron de parte de la exactriz de Hollywood, quien protagonizó en solitario la primera mitad de la charla, que duró dos horas y se emitió por la cadena 'CBS'.
"En los meses en los que yo estaba embarazada, hubo preocupaciones y conversaciones sobre lo oscura que podría ser su piel cuando naciera", aseguró. Markle, de 39 años, precisó que esos comentarios racistas se pronunciaron en conversaciones que la familia tuvo con el príncipe Harry, sin embargo, se negó a identificar quiénes los articularon, al afirmar que "eso sería muy dañino para ellos".
Más tarde, cuando se incorporó el príncipe Harry, de 36 años, a la entrevista con la periodista de 67 años, confirmó que la conversación giró en torno a "qué aspecto iban a tener los hijos" que tuviera con Meghan, que es mestiza y con raíces afroamericanas, pero se negó a dar más detalles al respecto. "Es una conversación de la que nunca voy a hablar", afirmó el hijo de princesa Diana.
Meghan afirmó que cuando esperaba en 2019, el nacimiento de su primer hijo, Archie, se les dijo que su hijo no tendría título, pese a que le correspondería hasta que el príncipe Charles, de 72 años, asuma el trono, y tampoco tendría la protección del palacio de Buckingham.
Markle añadió que se sintió abrumada por la idea de que su hijo "no fuera a estar seguro, y que al primer miembro de color de esta familia no se le diera un título de la misma forma que a otros nietos se les daría".
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La protagonista de 'Suits' lamentó que pudiera haber ese tipo de racismo en la familia real, porque la Commonwealth es una parte enorme de la monarquía y el 60 o 70 % son gente de color y añadió que sabe "lo importante que ha sido para ellos ver alguien en esta posición que tiene un aspecto similar al suyo".
La parte más desgarradora de la entrevista llegó cuando la estadounidense confesó que tuvo intenciones de quitarse la vida. Meghan detalló que su salud mental empeoró notablemente durante su primer embarazo, "Estaba avergonzada de admitir lo que me pasaba y al mismo tiempo, avergonzada de tener que decírselo a Harry por lo mucho que él había sufrido. Pero sabía que, si no lo decía, lo haría. Y yo... simplemente ya no quería vivir más. Y ese era un pensamiento constante muy claro, real y aterrador".
Meghan afirmó que acudió a "una de las personas de mayor rango en la institución" de la Casa Real y le "suplicó que le ayudara" a mejorar su salud mental, pero le respondieron "que no, que no podían hacer nada" por ella.
"Nunca hicieron nada, así que tuvimos que encontrar una solución", agregó Meghan, en aparente referencia a la decisión de ambos de apartarse de la monarquía y empezar una nueva vida fuera de Inglaterra.
La duquesa de Sussex recalcó que, aunque en ese momento no pudo sentirse "más sola", ha recuperado su salud mental y ahora siente que "merece la pena vivir".
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