A unas cuantas horas del enlace matrimonial de Kourtney Kardashian y Travis Barker, el paradisíaco destino de Portofino, Italia, se convirtió en el centro de atención de todos los paparazzi.
Y es que desde el viernes comenzaron a llegar los integrantes del famoso clan Kardashian, para presenciar la boda de la mayor de las hermanas, que se llevará a cabo en la terraza aislada de Castello Brown.
Ese lugar ubicado en la cima de una colina, que normalmente funciona como museo para los turistas, fue cerrado desde el pasado miércoles debido a que Kris Jenner y sus hijas lo alquilaron por una semana.
Es por ese motivo que Castello Brown se ha convertido en toda una fortaleza, y aunque hay mucho movimiento por parte de los organizadores, a todo el personal encargado de los preparativos se les hizo firmar un acuerdo legal en el que se le prohíbe hablar sobre cualquier detalle de la boda.
Y no es para menos, pues el momento en que Kourtney y Travis se conviertan en marido y mujer, ha sido calificado como el evento del mundo del espectáculo del año.
Sin embargo, pese a todo este sigilo, los paparazzi se las han ingeniado para poder captar a los miembros de la familia Kardashian, sobre todo la noche previa a la boda, donde todos se reunieron para cenar.
De esta manera es como vieron llegar, uno a uno, a familiares y amigos cercanos a la famosa pareja, al Ristorante Puny en Portofino para iniciar todo un fin de semana de celebraciones.
Kim Kardashian fue una de las que causó revuelo. Con su cabello rubio y un traje ceñido, la empresaria caminó por el pueblo pesquero en la costa de la Riviera italiana, con elementos de seguridad vigilándola.
Los hijos de Travis Barker, Landon, de 18 años, y Alabama, de 16, también arribaron al lugar y ya se encuentran conviviendo con el resto de los invitados especiales.
Cabe señalar que un camino que conduce a Castello Brown desde el puerto de Portofino, ha permanecido abierto para que los lugareños y visitantes aún puedan acceder a la costa rocosa en el lado de la fortaleza que da al mar.
Sin embargo, trabajadores del lugar colocaron carteles en donde señalan que el camino se cerrará a partir del domingo y se reabrirá el lunes, esto como una medida para garantizar la privacidad de los invitados a la boda.
Pero eso no es todo, pues también se han instalado cámaras de seguridad para ayudar a monitorear el área y mantener alejados a los visitantes no deseados.
Aunque la familia Kardashian alquiló Castello Brown durante el fin de semana, se cree que Kourtney y Travis se hospedan en el yate Regina D’Italia, de 64 metros, que está amarrado frente a la costa del pueblo pesquero turístico.
La semana anterior Kourtney y Travis se casaron en Santa Barbara, sin la presencia de la mayoría de sus familiares, y será este fin de semana cuando estén acompañados de sus seres queridos en la ceremonia que se realizará en Italia.
Además, se habla de una boda más en Los Ángeles, para que sus amigos y conocidos en esa ciudad estadounidense puedan ser parte de la celebración del enlace matrimonial.
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