La pandemia por COVID-19 que se registró a nivel global desde el primer semestre del 2020, generó, entre otras afectaciones a la salud, crisis de ansiedad en millones de personas, y las celebridades no fueron la excepción.
Es precisamente Kim Kardashian quien recientemente se sinceró, y reveló que la cuarentena que se registró posteriormente, afectó su recuperación luego de su traumático robo en París, ocurrido en 2016.
Aunque el reality 'Keeping Up With the Kardashians' llegó a su fin, las protagonistas continúan compartiendo experiencias a través de videos exclusivos de la exitosa serie.
En uno de ellos, se aprecia a Kim conversando con su hermana Khloé Kardashian mientras la visitaba en su casa de vacaciones en Malibú.
"Vine a Malibú, no hace mucho, y fui a Nobu. Realmente no he salido de mi casa desde la cuarentena. Estaba tan asustada. La gente estaba tratando de acercarse a Kanye y hablar con él y venir a mí, y pedirme fotos", le explicó Kim.
"Yo estaba, como, 'absolutamente no'. Detenía a la gente, como, 'Vete. Esta es la primera vez que salgo, no me siento cómodo con que te acerques un paso más", agregó.
Además, dijo en tono de broma que solo se tomaría una foto con los fanáticos si usaran un selfie stick y quisieran hacerlo a dos metros de distancia, pero su primera salida posterior a la cuarentena provocó "mucha ansiedad en otro nivel".
Fue en ese momento cuando recordó el robo que sufrió en París, un lamentable suceso que le provocó agorafobia, que es el temor a los lugares públicos muy concurridos, y que podría estar repitiendo luego de la pandemia y la posterior cuarentena.
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"Siento que definitivamente tuve agorafobia después de mi robo en París. Definitivamente me quedaba adentro, odiaba salir, no quería que nadie supiera dónde estaba y no quería que me vieran", detalló.
Por si fuera poco, reveló que la pandemia de coronavirus llegó justo en medio de su proceso de curación. "Sentí que estaba volviendo a hacerlo, acababa de ir a París, comencé a viajar y luego pasó la cuarentena, y ahora soy como un fenómeno de nuevo, y nunca quiero salir", admitió.
Fue en octubre de 2016, cuando cinco ladrones armados que se habían hecho pasar por policías amagaron a Kim Kardashian y la metieron en la bañera de su habitación del hotel.
Los delincuentes se fueron con $10 millones en joyas, incluido un anillo de compromiso de $5 millones de Kanye West.
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Tras este hecho, Kim despidió a su guardia de seguridad, Pascal Duvier, e inmediatamente después demandó a la compañía de seguridad por negligencia. Ella resolvió en secreto la demanda de $6.1 millones en octubre de 2020.
Cabe señalar que, desde aquel robo, Kim Kardashian no ha querido atesorar nada de valor en la caja fuerte de su casa. De hecho, cuando ha aparecido en eventos públicos luciendo joyas, estas han sido falsas, tal como ella misma lo reveló en una entrevista con Andy Cohen.
"En lo que respecta a las joyas, si llevo alguna, siempre son prestadas, o falsas", confesó.
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