La primera dama de Estados Unidos, Jill Biden, posó para la edición de agosto de la revista 'Vogue', algo que se ha convertido en una tradición entre la mayoría de las últimas primeras damas, quienes han sido fotografiadas por esa publicación, a excepción de Melania Trump.
Además de la sesión, la esposa de Joe Biden concedió una entrevista a ese medio, en el que detalló cómo ha adaptado su matrimonio con el actual presidente estadounidense, dentro de su vida en la Casa Blanca.
En el artículo, Jill Biden señaló que ella y su esposo intentan hacerse tiempo el uno para el otro, lo que puede ser un desafío porque los dos están muy ocupados, debido a los grandes cambios que conlleva ser el presidente y la primera dama.
"Tenemos que esforzarnos un poco más para hacer tiempo el uno para el otro, incluso para cenar juntos. A veces comemos en el balcón; anoche comimos en el óvalo amarillo, arriba. Es solo una parte del día que separamos, y todavía encendemos las velas, todavía tenemos las conversaciones y guardamos los teléfonos", declaró a la revista.
Además, indicó que su idea es hacer de la Casa Blanca un hogar en donde cualquiera se sienta cómodo. "Es como mi casa en la playa, en donde sientes que puedes entrar con tu traje de baño lleno de arena, pero está bien sentarse en la silla... Quiero que la gente se sienta así, que estén cómodos, que es su casa. No como, 'Oh, no puedo tocar esto", aseguró.
Sin embargo, Biden dijo que la presión creó un ambiente difícil incluso antes de que se mudaran a la Casa Blanca, pues durante la campaña electoral, le dijeron que no podría dar clases y ser primera dama al mismo tiempo, debido a las demandas de ambos trabajos.
"Cuando me convertí en segunda dama, y había tanto que quería hacer, siempre dije: 'Nunca desperdiciaré esta plataforma", dijo.
Cabe señalar que Jill es la primera esposa presidencial que mantiene un trabajo separado fuera de la Casa Blanca, ya que se desempeña como profesora de inglés en el Northern Virginia Community College, en donde sus alumnos la conocen como "Dra. B".
Al señalar que ahora tiene una plataforma más grande, le dijo a Vogue que todavía no desea dejar de enseñar.
"¿A qué podría renunciar? ¿A qué me gustaría renunciar? Nada. En todo caso, tengo ganas de agregar más cosas, pero sé que no es posible, porque quieres mantenerte centrado, porque quieres hacer las cosas bien. Y hay tanto por hacer. Hay mucho por hacer", concluyó.
Es así como dejó claro que sus logros van mucho más allá de su rol en la Casa Blanca. Ella es una educadora con diversos grados y títulos académicos que la han ayudado a ser bien recibida cuando va de visita a distintos lugares, o cuando da conferencias, en donde más que celebrar su papel como primera dama, es vista como la Doctora Jill Biden, una mujer con méritos propios.
Para la sesión fotográfica, que corrió a cargo de Annie Leibovitz, Jill Biden eligió un diseño de Oscar de la Renta que complementó con aretes de Tiffany & Co. y su cabello suelto.
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