La prensa británica ha estado especulando sobre el destino de la Tiara Spencer, una de las joyas más reconocidas de la familia real, la cual perteneció a la princesa Diana, y ahora podría ser heredada a la princesa Charlotte, hija del príncipe William, o a Lilibet Diana, hija del príncipe Harry, que nació el pasado 4 de junio.
El 29 de julio de 1981 Diana Spencer arribó a la catedral de San Pablo, en Londres, junto con su padre Earl Spencer, para su boda con el príncipe Charles. Algo que llamó mucho la atención ese día fue la tiara que adornaba la cabellera de Lady Di.
Se trata de una reliquia familiar conocida como Tiara Spencer, la cual está en manos de la familia de Diana desde hace más de un siglo. La pieza tipo bandeau fabricada con diamantes proviene de la colección de Lady Sarah Spencer, quien la adquirió en 1870.
En 1919, Lady Sarah se la dio como regalo de bodas a Lady Cynthia Hamilton, la abuela de Diana. En 1930. la pieza fue enviada con un joyero para modificarla y el resultado es el que hoy conocemos.
Diana no ha sido la única que ha usado esa reliquia, pues sus hermanas Lady Sarah Spencer y Lady Jane Spencer, también la portaron el día de sus bodas las cuales se realizaron mucho antes que la de la princesa Diana. Victoria Lockwood también uso la tiara cunado se casó con Charles Spencer, hermano menor de Lady Di, en 1989.
Con toda esa valiosa historia detrás de la Tiara Spencer, ahora los medios británicos están creando una narrativa de disputa por ella entre dos niñas: la princesa Charlotte, de seis años, y Lilibet Diana, de tan solo cuatro meses de nacida.
Fue el diario ‘The Mirror’ quien informó que hija de William y Kate Middleton podría quedarse con la joya que usó la princesa Diana el día de su boda. Una fuente dijo al medio que ella tendrá la oportunidad de elegir las joyas del palacio una vez que tenga la edad suficiente, además de que tiene ventaja porque su padre es el segundo en la fila al trono.
Actualmente la Tiara Spencer se encuentra en manos del conde Charles Spencer y, según el informante, desde el palacio de Buckingham están luchando para que la pieza regrese y quede en manos de Charlotte.
Sobre esto, la fuente comentó, “El príncipe William es bastante consciente de que el conde tiene sus propias hijas, pero los dos han acordado que la pieza icónica de Diana pertenezca a su primera nieta”. Esta decisión deja fuera por completo a Lilibet Diana de aspirar a la joya.
Sobre la hija del príncipe Harry y Meghan Markle, actualmente hay una gran molestia por parte del palacio de Buckingham, pues se especula que sus padres la van a bautizar en Estados Unidos y no en Reino Unido.
Según ‘The Telegraph’ hay una posibilidad muy grande de que Lilibeth Diana reciba el sacramento en la Iglesia Episcopal de EE.UU. que es, miembro de la Comunión Anglicana mundial. El rumor cobra más sentido porque el obispo, Michael Curry, es el jefe de dicha Iglesia, y fue él quien se encargó de oficiar la misa de la boda de Harry y Meghan.
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