Eduardo Verástegui volvió a hablar del celibato en el que vive desde hace ya más de 15 años y del que no se arrepiente.
El actor presentó la película "Inesperado", en donde se tocó el tema del aborto. Como parte de la promoción de la cinta, el famoso de 45 años ofreció una entrevista al programa de televisión mexicano "Ventaneando" en la que explicó cómo su historia familiar lo motivó al paso del tiempo a defender la vida.
El mexicano detalló que cuando su madre estaba embarazada de sus hermanas menores el médico le recomendó que abortara pues podría haber riesgos para su salud, pero sus padres decidieron seguir adelante y hoy sus hermanas son las principales consejeras de Verástegui, quien reveló además que él mismo no fue un bebé planeado o esperado.
En la misma charla, Verástegui volvió a hacer referencia al asunto alrededor de él del que se habló desde hace más de una década: su abstinencia sexual.
Y es que ya son más de 15 años los que el actor lleva sin tener relaciones íntimas, pues solo lo hará una vez que conozca a la mujer con la que se case.
"Para mí ha sido una bendición. Ha sido una disciplina increíble, muchas cosas dentro de mí se han despertado. Te puedo escribir un libro de los beneficios que he vivido", detalló el también productor.
El cantante aseguró que al final, la castidad es un don y una virtud, es decir, un buen hábito repetido muchas veces, "De entrada tienes que reconocer que el sexo es sagrado, es un regalo increíble. Hay que compartirlo con la persona más importante de tu vida. En mi caso, ¿quién va a ser?, mi esposa".
Además, Eduardo se refirió a los comentarios de personas cercanas sobre su decisión, "'La castidad no es sana', me decían o 'el sexo es una necesidad física'. No es una necesidad física. Necesidad es comer, dormir, respirar, si no respiras te mueres. Yo no he conocido jamás alguien que haya muerto por la abstinencia. Más bien es un deseo natural físico".
El actor insistió en su idea de que no se trata de reprimir algo, sino de "poder guardar ese regalo y poder compartirlo con la persona más importante de tu vida".
El filántropo mexicano hizo un llamado a las personas para que analicen más el asunto y lo estudien a detalle, "Vas a ver el valor tan grande que genera este estilo de vida".
Eduardo habló un poco del camino que lo llevó a estar donde se encuentra ahora, pues después de triunfar en las telenovelas de México, por ejemplo con el melodrama "Soñadoras" en 1998, se mudó a Estados Unidos y disfrutó de varios proyectos en Los Ángeles.
Sin embargo, llegó un momento en que se confundió, pues no era feliz aun cuando había obtenido todo lo que él pensaba que podría hacerlo sentir bien. Ante esa situación fue que decidió dar un giro en su rumbo.
"Hice una promesa a mis padres de que jamás volvería a trabajar en un proyecto que ofendiera mi fe, mi familia o mi comunidad hispana", sentenció.
A raíz de su pensamiento y actos se quedó sin trabajo durante cuatro años, ya que si bien le llegaban propuestas de trabajo, no se ajustaban a lo que él deseaba hacer y fue entonces cuando decidió crear su propia productora y contar las historias que él quería hacer tal como ocurrió con "Bella" y "Little Boy".
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