Marimar Vega, quien se sinceró sobre sus deseos de ser mamá, cambió los papeles en su podcast ‘El rincón de los errores’, y ahora, fue ella quien se sentó en el sillón de las confesiones y se convirtió en la protagonista. Fue así como la actriz de 39 años reveló su error más frecuentemente: “Me costó muchísimo aceptar que mi dolor era que no me vieran, porque parecería ser un poco banal”.
Con lágrimas sobre sus ojos, la famosa confesó lo importante que ha sido su esposo, Jerónimo Rodríguez, en su camino a la sanación: “Es la única persona que no me ha querido cambiar, yo sé que él ve mis defectos, pero él me ama con todo y eso”.
También, la mexicana confesó la falsa percepción que mucha gente tiene de ella: “Yo me compré y creo que después mis relaciones de pareja me hicieron comprarme la idea de que yo era una mala mujer y creo que eso me ha costado mucho, quitarme la creencia y luego al momento de poner límites, siempre te entra la culpa de, porque soy mala”.
La hija del fallecido Gonzalo Vega aseguró que ha trabajado mucho sobre ese tema: “Que soy mala mujer, que soy sangrona, que soy grosera, es como si yo me construí que Marimar es esa persona y cuando pasan ciertas cosas, lo reafirman. Me es muy doloroso cuando yo hago un gran esfuerzo por no serlo y el resultado parece ser el mismo siempre”.
“Yo soy una persona muy sensible, mucho más de lo que uno cree y mi manera de no ser esa persona tan sensible como tapando eso, entonces: ‘Marimar es muy fuerte, Marimar aguanta todo, Marimar maneja las cosas fuertes’. En el fondo nada que ver, soy como una niña chiquita y soy mucho más sensible de lo que parece”, reconoció.
La estrella de televisión reconoció que, tras su separación de Luis Ernesto ‘El Güero’ Franco, quien habló de su divorcio en ese mismo espacio, decidió cerrar su corazón y no volver a mostrarse vulnerable ante ninguna pareja: “Después de mi divorcio, estuve en relaciones y no había manera, yo creo que lo que hice fue cerrar por completo la vulnerabilidad, hasta que llegó Jero a mi vida, pero ese es mi mecanismo número uno”.
“Que Jero haya llegado a mi vida, eso también depende de mí, porque creo que una persona como él esté en mi vida y me haya visto, habla de que también había hecho yo el trabajo y que ahora esté en una relación sana y en paz”, aseveró.
Para finalizar, Marimar dijo que sí tuvo actitudes para ganarse esa imagen: “No me lo gané de gratis, en algún momento fui pesada y fui grosera, todo eso después es muy difícil que te lo quiten y que la gente diga: ‘No, sí es buena onda”.
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