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Omara Portuondo

Omara Portuonod, la entrevista Billboard

Omara Portuondo es mejor conocida en los Estados Unidos como la voz femenina de Buena Vista Social Club, un rol que retomó este verano durante una gira que tuvo lugar por varias ciudades de este país. Buena Vista ya cuenta con nuevos integrantes que remplazarón a los conocidos y queridos veteranos de Ibrahim Ferrer y Compay Segundo entre otros, ya fallecidos. Para Portuondo, que cumplirá 82 años en octubre, continuar con Buena Vista Social Club es algo a la vez agridulce y necesario.

 “A mi me parece importantisimo que hemos podido continuar llevando nuestra musica a otras culturas,” dice. Pero la muy conocida orquesta es solo una faceta de la larga carrera multifacetica de la cantante, que abraza el romance de los boleros, el swing del jazz y el ritmo eterno de la música tradicional cubana.

 Judy Cantor-Navas de Billboard conversó con Omara Portuondo en un hotel en Hollywood, antes del reciente concierto de la Orquesta Buena Vista Social Club en el Hollywood Bowl de Los Angeles.

 La Orquesta Buena Vista Social sigue después del fallecimiento de varios de sus integrantes muy queridos por el público, como Ibrahim Ferrer y Compay Segundo. ¿Como es la nueva Buena Vista Social Club?

Es triste pero todos sabemos que pasa, uno tiene que fallecer. Se han substituido por otros musicos más jovenes. Los tenemos fisicamente perdidos pero no en nuestro corazón. Hacemos honor a esos grandes músicos. Que fueron fantasticos. No solamente en el ambito que ustedes los conocieron como Buena Vista, pero desde toda la vida. Trabajo siempre respetando a estos grandes músicos.

 Cuál es legado del fenómeno Buena Vista Social Club? ¿Cual cree usted que ha sido su importancia?

 A mi me parece importantisimo que hemos podido continuar llevando nuestra música a otras culturas.  Porque hacíamos la música tradicionl de Cuba, y la gente se nos fue conociendo, sobre todo en esta parte del mundo. En Europa, siempre lo hacíamos por muchos años. Además de que yo era solista, eramos todos solistas, se reunieron todos para hacer este trabajo de orquesta.

[En prinicipio] Me hablaron para incluirme en el grupo, y le dijimos que sí, que como no habia el hecho todavía de que podíamos tener éxito en este parte del mundo, que [fue una oportunidad para] llevar nuestra música aqui a Norteamérica. Y fue así.

 La difusión de la música Cubana en los Estados Unidos disminuyó después del año 1959, hasta casí parar por completo. Cambió mucho su carrera antes y después de la revolución?

No. Yo siempre trabajaba muchisimo en Cuba y he viajado muchisimo. Trabajaba bastante en Europa y en todas partes de Latinoamérica.

La primera vez que vine a los Estados Unidos fue en el año 52. Estuve seis meses haciendo la promoción de un cuarteto de Orlando de la Rosa, que vendría el año siguiente [a tocar]. Venimos con Elena Burke y dos muchachos más. Estuvimos seis meses viajando por norteamérica, llegamos a ver las cataratas del lado de Buffalo.

Entonces, cuando regresamos a Cuba, como lo que necesitaron eran mujeres altas y dedicadas --  nosotros eramos muy Cubanas, muy redonditas y no tan altas y no tan delgadas -- nos quedamos en Cuba y pusieron a dos muchachas más delgadas y más altas.

 ¿Muy poco después usted encontró el éxito en Cuba con el Cuarteto de las D’Aida. Como fue?

Nos encontramos en un lugar en la calle donde habia una emisora de television [CMQ]. Mi hermana Haydee, Elena Burke, Moraima Secada y yo. Y hablamos en la esquina, “Oye vamos a hacer otro cuarteto”. buscamos esa senora D’Aida [Aida Diestro], que era un músico excelente. Y fuimos estrellas muchos años.

 Su último trabajo es “Omara & Chucho”, un album grabado junto con el pianista Chucho Valdés.  Es su segundo disco juntos, después del otro que grabaron en el año 1997…

Nos conocemos hace muchos años. Yo conocí al padre de Chucho [Bebo Valdés], trabajé con el padre de Chucho en el Tropicana. En este momento me selecionaron para tocar en el coro del Tropicana, y Bebo tocaba el piano allí.

Su padre le llevaba a Chucho allí de niño en una ocasión a ver el ensayo. Este cuento me lo ha contado Chucho reciente. No lo conocía. Chucho dice al padre, “Papá, que linda es la muchacha esa”. Y el padre le dice, “sí está muy bonita pero esa es para mí no para tí.” Me da mucha gracia.

Yo lo pude ver [al Bebo] después de tantos años ahora  en España por el comienzo de [una] gira con Chucho. Nos enloquecimos porque eran tantos años y nos queremos tanto. Son cariños que uno no se olivda. Bailamos y todo, fue muy bonito el encuentro.

 ¿Como es el disco que ha grabado ahora con Chucho, que está por ser lanzado en los Estados Unidos?

En Cuba, tenemos la parte que son boleros sentimentales que son de la década de los cuarenta. Y entonces una de las cosas que hicimos era cantar esas canciones. Pero también hicimos unas cosas mas movidas que son cosas que tienen que ver con la música tradicional cubana.

 El bolero “Veinte Años”,  que grabó para el disco “Buena Vista Social Club”, es uno de los temas más emocionantes del disco. Qué significa esta canción para ud?

Eso era para mi como un símbolo, “Veinte Años”. Lo canto yo siempre, porque además la autora de esa canción, se llamó Maria Teresa Vera, concidentamente fue la primera mujer que salió de Cuba con un grupo a cantar música tradicional cubana. Con Miguel Matmoros. Le pasaba lo que a mi, que le invitaron un grupo de hombres a cantar, y ella era la única mujer. Coincidentamente me sucedió lo mismo con Buena Vista. Yo era la unica mujer en el grupo ese.

A los ocho años mis padres me ensenaron esa canción. Yo fui auotdidacta, fui músico por naturaleza, no estudiaba. Entonces me dijeron, ‘ven, escucha esta canción’ y empece a aprenderla. Ellos me dijeron ‘tu vas a ser una gran artista y vas a llevar a tu cultura a todos partes’. Y ellos no lo vieron, pero es así.