Jacky Bracamontes sorprendió al reaparecer frente a las cámaras, tras permanecer unos días alejada del ojo público debido a la cirugía a la que se sometió a finales de octubre.
La actriz se mostró muy recuperada y de muy buenos ánimos, lo que indica que está lista para retomar su rutina normal y también enfocarse en sus proyectos profesionales.
La tapatía se tomó algunos minutos para hablar con los medios de comunicación y contar, cómo se siente en este momento, y por supuesto, no dudó en compartir algunos detalles de su experiencia y dar uno que otro consejo a quienes como ella desean hacerse un "arreglito", aunque admitió que este procedimiento no fue nada sencillo.
La esposa de Martín Fuentes fue captada en la Ciudad de México minutos después de grabar un episodio más del programa de televisión "Netas Divinas", show del cual es conductora, "Ahí voy, es mi primera salida aquí a venir a grabar 'Netas Divinas', feliz, ustedes saben que esto es algo tranquilo, estuve sentadita".
Durante la charla con la prensa, Jacky, de 39 años, estuvo sonriente y se mostró tan amable y dispuesta como suele ser.
La mexicana se tomó el tiempo para despejar cualquier duda y reveló de manera puntual en qué consistió la cirugía a la que se sometió, la cual incluso era necesaria por cuestiones de salud.
"Obviamente, después de cuatro embarazos, dos de ellos dobles. El doctor me hizo una reconstrucción de los senos, totalmente, cero aumento, nada más reconstrucción. Tenía una hernia en el ombligo, me quitó la hernia y me cosió los músculos del abdomen porque lo tenía totalmente separado, entonces me dijo, 'Uno, por salud, de que los órganos están totalmente expuestos, no hay nada que te proteja. Y dos, nunca vas a tener un abdomen plano y fuerte porque no tienes músculos ahí'", dijo en declaraciones retomadas por el programa mexicano "Sale El Sol".
Bracamontes admitió que no fue algo sencillo, que hoy tiene muy clara su posición sobre este tipo de cirugías.
"La verdad que fue pesada la operación, yo les he dicho, si alguien me hubiera explicado lo que era tal vez no lo hubiera hecho. Fueron siete horas, entonces sí estuvo pesado pero la verdad qué bueno que ya lo hice. Pero no me quiero volver a operar por gusto nunca más", apuntó la mamá de mini Jacky, Carolina, Renata y sus mellizas, Paula y Emilia.
Y además confesó que incluso llegó a sentir miedo, por lo que se refugió en la fe para que todo fluyera de la mejor manera, "Cuando estás en el quirófano y te van a dormir pues siempre te da miedo y yo, '¿estaré tomando la decisión correcta? Dios mío, por favor cuídame, quiero estar bien para mis hijas', pero ahorita que ya lo hice digo, 'qué bueno que ya lo hice'", aseveró.
Para finalizar, Jacky admitió que tuvo que consultar a varios médicos hasta estar segura de su elección, pues existía en ella un temor latente.
"Yo tenía miedo que un doctor, como tenía demasiada piel, me mete un implante grande y me las deja grandes (los senos), ¡me muero!", indicó.
Dicho sea de paso, dio un consejo a todas aquellas mujeres que deseen someterse a un procedimiento similar, "Es una decisión que tienes que tomarla cien por ciento convencida, si tienes dudas espérate hasta que estés convencida porque de verdad que no es fácil vivir ese proceso y la recuperación, para mí la recuperación fue muy dura, el tener los drenes saliendo de mi cuerpo, no poderme mover, no poderme bañar en una semana, o sea, es complicado", sentenció.
Jacky Bracamontes ya había dado algunos detalles de su recuperación a través de sus Stories de su cuenta de Instagram, donde se dejó ver junto a su hija Jacky, a quien definió como su "mejor enfermera" y también indicó que estaba con ella su hija Carolina.
"Aunque yo me sigo sintiendo como que me atropelló un tren", escribió en esos mismos clips para definir cómo se encontraba.
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