Eiza González es de las mexicanas que poco a poco se han ido adentrando en el mundo de Hollywood con gran éxito, gracias a la disciplina y trabajo que la caracterizan.
El camino no ha sido fácil para la artista de 29 años. A principios de este año, Eiza González rompió el silencio y confesó las duras pruebas que tuvo que enfrentar el año pasado, con las cuales casi cayó en la depresión.
Ahora se dio a conocer que la cantante también recurrió a terapia para enfrentar la crisis de identidad que algunos castings le han dejado y en los que incluso hasta le han pedido pruebas de ADN para comprobar su ascendencia latina.
La escritora de la revista Who What Wear, Amanda Montell, tuvo la oportunidad de entrevistar a la estrella, "Para mi sorpresa, Eiza González me contó que le han solicitado pruebas de ADN que demuestren que al menos tiene el 2 % de una etnia u otra, o de otra manera no se le permite audicionar para ciertos papeles", declaró.
En la plática, la hija de Glenda Reyna también detalló que esto le provocó una fuerte crisis de identidad y que tuvo que ir a terapia.
"Soy mexicana, nací en México y estoy absolutamente orgullosa de quien soy, pero cuando es usado contra mí entro en una crisis de identidad. ¿Quién se supone que soy?", indicó González.
"De hecho tuve que ir a terapia por esto. Es difícil ser vulnerable, abrirte en una habitación solo para que te digan algo contra ti que no puedes cambiar", agregó.
La actriz aseguró, "Ya sea por su trabajo o por el deseo de cumplir una cuota de inclusión, la industria del cine norteamericano me ha ofrecido importantes papeles para mi carrera". Sin embargo, la modelo destacó que aún falta mucho por hacer en el tema de la diversidad en los elencos de las grandes películas en taquilla.
Cuando la actriz habló de los problemas por los que pasó en 2018, se sinceró con todos sus followers y escribió, "El último año de mi vida ha sido uno de los más difíciles. Tuve un accidente mientras trabajaba, terminé en el hospital con una doble clavícula fracturada, estaba sola y lejos de casa. Lo guardé en secreto por muchas razones".
La mexicana atravesó por un duro bache personal que la mantuvo postrada durante meses en una cama sin poder casi moverse, "Tenía tanto que perder, incluyendo grandes trabajos que me cambiaron la vida. Me había estado preparando físicamente para ellos y ni siquiera podía alimentarme o ducharme. En un momento muy crucial estaba completamente inmóvil".
"Eventualmente perdí cada cosa por la que había estado matándome durante el último año. Todo. Me sentí la persona más débil y derrotada, tanto física como mentalmente. Me sentí tan perdida", explicó González.
Eiza admitió que estuvo al borde del hoyo, "Lo más difícil fue no caer en la depresión. Soy tan dura conmigo misma".
Actualmente Eiza se encuentra enfocada en sus nuevos proyectos; la siguiente película que se estrenará con ella como parte del elenco es "The Fast and the Furious: Hobbs & Shaw".
En este filme comparte créditos con los actores Dwayne Johnson y Jason Statham. La producción llegará a la pantalla grande el próximo 2 de agosto de 2019.
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