Meghan Markle y el príncipe Harry gastaron una cantidad millonaria en renovar su residencia oficial en Frogmore Cottage, según reveló el informe anual de The Sovereign Grant.
Sir Michael Stevens, guardián del Bolso Privado y el Tesorero de la Reina, contó que la edificación no tuvo trabajos de mantenimiento en años, por lo que el dinero desembolsado garantizó el futuro de la vivienda a largo plazo.
Algunos allegados a la corona británica contaron que en la propiedad se construyeron un baño y una cocina con acabados de lujo, pero una fuente aclaró que esas áreas las ayudaron a costear los duques de Sussex.
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