Pablo Lyle estuvo esta mañana en una corte en Miami en donde un juez le negó el permiso de poder trasladarse a México, sin embargo, el actor consiguió que se realizaran algunos cambios en su modalidad de arresto domiciliario.
El mexicano estuvo frente a la autoridad judicial para discutir dos puntos relevantes acerca de su caso.
Por un lado, los abogados del artista pidieron que el estado de Florida les proporcionara información personal del señor Juan Ricardo Hernández, la persona fallecida tras la agresión de Lyle.
La segunda petición giró en torno al traslado a su país de origen con motivos de trabajo, para poder costear los gastos de su defensa y sostener a su esposa y a sus dos hijos.
Al tiempo que la petición de viajar a México fue denegada, el juez modificó los lineamientos de su encierro, pues ahora podrá hacer cualquier actividad al aire libre que sea previamente aprobada por su oficial de control comunitario.
Conforme a tener un empleo, Bruce Lehr, abogado del actor, mencionó que permaneciendo en territorio estadounidense, Pablo está autorizado a buscar trabajo y cumplir con el empleo si logra ser contratado.
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Philip Reizenstein, otro de los defensores de la estrella de TV, aclaró que la solicitud de información acerca de Juan Ricardo se debe a un recurso otorgado por la ley.
En el estado, si una persona tiene antecedentes de ser violento, los abogados poseen la facultad de revelar eso durante el juicio, añadirlo al expediente del caso y usar hechos previos como una alternativa de defensa.
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La próxima audiencia del caso de Pablo Lyle podría darse en julio próximo, con avances en cuanto a las investigaciones de posibles conductas agresivas por parte de Hernández.