Mientras el mundo espera ansioso la llegada del nuevo bebé real, el príncipe Harry dejó a Meghan Markle lejos de los reflectores para acompañar este jueves a Kate Middleton a un evento público.
El futuro papá estuvo presente en el Servicio de Conmemoración y Día de Acción de Gracias de Anzac en Westminster Abbey, una fecha en la que Australia y Nueva Zelanda honran los sacrificios hechos por hombres y mujeres que sirvieron al ejército.
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El duque de Sussex se unió a su cuñada, la duquesa de Cambridge, de quien ya se sabía que acudiría al evento. La aparición sorpresa del hermano del príncipe William emocionó a los fans de la realeza que, a juzgar por este hecho, imaginan que Meghan Markle todavía no ha dado a luz.
Sin embargo, como los duques de Sussex planearon un nacimiento totalmente privado de su primogénito, y por lo tanto no se sabe ni siquiera en dónde será el parto de Markle, nada se puede saber con certeza.
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Por otro lado, el príncipe William honró a los hombres y mujeres que sirvieron a las fuerzas militares de Australia y Nueva Zelanda en un evento cívico que se llevó a cabo en el Museo de Auckland en Nueva Zelanda.
La gran ausente de todos estos eventos fue, naturalmente, Meghan Markle, a quien no se le ha visto en público desde mediados de marzo, cuando ella y Harry hicieron una visita a la New Zeland House para expresar sus condolencias tras el ataque terrorista.
A principios de esta semana, varios medios reportaron que Doria Ragland, madre de la duquesa de Sussex, ya se encuentra en Londres, lista para acompañar a su hija durante el parto y darle la bienvenida a su nieto.
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