Hay personas que superan rápidamente una relación y su expareja queda solamente como un recuerdo, y hay otras que no lo olvidan tan fácilmente, lo cual incluso los puede llevar a prisión.
Así ocurrió con un hombre en Oviedo, España, al que un juzgado condenó a 15 meses de cárcel por el delito de acoso contra su expareja.
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Y es que no fue un mensaje por WhatsApp o un saludo en redes sociales, sino 300 llamadas telefónicas las que este sujeto realizó a la víctima en tan solo siete días.
De acuerdo con medios españoles, el acusado todavía puede apelar la decisión judicial, pero deberá pagar una indemnización de US$1.135, además de que tiene prohibido comunicarse o acercarse a su expareja a menos de 200 metros durante tres años.
Cabe señalar que la relación terminó a finales de 2016, pero al parecer el hombre no estaba muy de acuerdo con esa decisión y pensó que llamarla cientos de veces era lo mejor, varias de ellas durante la madrugada.
La sentencia también considera que el acusado "merodeó" por las inmediaciones del lugar donde trabaja la mujer, así como también se presentó en su domicilio "llamando insistentemente a la puerta de su vivienda para que le abriera".
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Ante ello, el magistrado consideró que el comportamiento de este hombre obligó a la víctima a cambiar sus rutinas para quedarse a dormir en casa de sus padres, ser acompañada para acudir al trabajo e incluso cerrar su negocio.
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