Al usar el transporte público es común ver que algunos hombres que van en sus asientos utilicen más espacio del que les corresponde. A esta práctica se le llama el "manspreading".
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Este fenómeno que se da en varios países del mundo recibió su nombre en 2013, y particularmente señala la manera en la que algunos utilizan los espacios públicos de transporte de una manera grosera.
Tras años de observar estos sucesos, la ciudad de Madrid, en España, se dio a la tarea de terminar con esta falta de modales y colocó nuevos letreros para prevenir que se sigan separando de manera exagerada las piernas.
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Los avisos pretenden recordar a los hombres que tengan un comportamiento cívico y que se respeten los espacios del transporte público.
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Otras ciudades como Nueva York realizaron acciones similares en el pasado. En 2014, el órgano metropolitano de transporte de la urbe combatió el "manspreading" con una campaña publicitaria.
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En Seúl, capital de Corea del Sur, también se pegaron calcomanías naranjas en forma de corazón para enseñarle a los hombres la forma correcta de poner sus pies dentro del transporte.
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