El pasado 24 de julio Demi Lovato fue hospitalizada de emergencia tras sufrir una sobredosis que puso en peligro su vida.
Una fuente cercana a la cantante reveló al sitio TMZ que Demi había pasado ese día en una celebración de cumpleaños y posteriormente en una fiesta en West Hollywood.
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Después, según este medio, Lovato mandó un mensaje de texto alrededor de las cuatro de la mañana, a la persona que desde hace unos meses le proporcionaba la droga para que fuera a su casa.
La fuente dice que, sin el conocimiento de Demi, el dealer tenía la mala costumbre de comprar drogas fuertes en México, y la que le dio a la cantante de 25 años era Oxicodona mezclado con fentanilo, la misma sustancia que acabó con la vida del cantante Prince en abril de 2016.
El fentanilo es un fármaco muy potente, entre 25 y 50 veces más fuerte que la heroína y entre 50 y 100 veces más que la morfina.
Fue a las 11:30 de la mañana del 24 de julio, cuando la asistente de la cantante la encontró en estado inconsciente y le proporcionó Narcan, un medicamento utilizado para contrarrestar los efectos de un opiáceo.
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Después de estar hospitalizada durante dos semanas, Demi fue dada de alta y se encuentra en proceso de rehabilitación.
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