La tecnología aplicada al espionaje no deja de sorprendernos, y objetos o situaciones que antes solo veíamos en películas de James Bond ahora son muy comunes.
Tal es el caso de un método que agencias gubernamentales y militares chinas han estado utilizando desde hace algunos años al menos en 5 provincias de ese país, y que consiste en el uso de drones en forma de pájaros para labores de espionaje.
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Se trata de dispositivos camuflados que a lo lejos parecen muy reales. Es una manera de no ensuciar el paisaje con objetos extraños, pero sobre todo, de conseguir que la vigilancia pase completamente desapercibida para los ciudadanos.
Este programa cuyo nombre clave es "Dove", está dirigido por Song Bifeng, profesor de la Universidad Politécnica de Northwestern en Xian, y ya fue honrado por el Ejército Popular de Liberación (Ejército de China) por su trabajo, según la información en el sitio web de la universidad.
Las aves robóticas son capaces de imitar el 90 % de los movimientos de forma real. A través de unas alas flexibles imitan el aleteo de un pájaro y pueden elevarse, descender y girar en el aire. Al ser muy silenciosas, es muy difícil que los humanos, animales e incluso algunos radares sean capaces de detectarlas.
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Timothy R. Heath, analista sénior de investigación en defensa internacional en el think tank de política global The RAND Corporation, señaló al sitio CNet que con estos drones "cualquier persona podría asumir que su comportamiento está bajo vigilancia y su comportamiento se está grabando, sin importar dónde estén en el exterior"
"El uso de China de drones pájaros extenderá la vigilancia del gobierno hasta nuevos niveles aterradores", agregó.
Cabe señalar que China también emplea reconocimiento facial, inteligencia artificial, lentes inteligentes y otras tecnologías para monitorizar a sus 1,400 millones de ciudadanos con el propósito de un día darles a cada uno de ellos una puntuación personal basada en su comportamiento.
EN VIDEO: Este dispositivo terminó en llamas.