Los millonarios de Sillicon Valley, en San Francisco, han adoptado una peligrosa moda que consiste en tomar agua sin filtrar, directamente como sale de la tierra. Le llaman agua cruda.
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En un reportaje de New York Times explican que el agua cruda es parte de un proceso de la pérdida de confianza en el sistema de aguas públicas y de una sociedad que ha olvidado que en el pasado, beber agua sin ser tratada, mataba al hombre.
Sus defensores marcan que hay dos puntos importantes a considerar; el primero, que contiene una alta cantidad de minerales y microbios naturales que ayudarían al cuerpo.
El segundo, el miedo al grifo. La infraestructura de agua potable tiene una tubería que es muy vieja y eso genera desconfianza. Eso ha ocasionado que el negocio del agua embotellada crezca de forma desmesurada.
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Pese a eso los riesgos de beber agua cruda son mayores, según explica New York Times, en esas aguas caen animales muertos, residuos fisiológicos, residuos industriales y minerales peligrosos para el hombre.
Sin embargo, hay empresas que se dedican a vender esta agua a precios exorbitantes de 37 dólares por 10 litros.
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Uno de los defensores más destacados del agua cura es el empresario Doug Evans, el creador del fracaso y timo llamado Juicero, que quebró en septiembre pasado. Evans ha dicho que ya se sometió a una limpieza bebiendo esa agua sin filtrar por 10 días.
Este movimiento es similar al que promueve no poner vacunas a los niños y que ha traído de vuelta enfermedades que habían desaparecido, como el sarampión.
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