La confirmación de parte de Apple de que ralentiza intencionalmente los iPhones antiguos cuando las baterías están viejas, ya ha generado dos demandas colectivas.
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En California e Illinois los consumidores de los teléfonos de Apple se han organizado y han presentado una demanda contra los de Cupertino. Alegan que la firma no tenía el consentimiento de los usuarios para hacer más lento su dispositivo.
También argumentan que las actualizaciones de iOS fueron diseñadas para hacer más lento el procesador de forma deliberada, de tal forma que obligaban a los propietarios, de forma fraudulenta, a comprar un modelo más reciente.
El abogado de los demandantes, James Vlahakis, ha dicho que las empresas deben tener en cuenta que las personas que gastan sus dólares, duramente ganados, esperan que funcione cómo se espera.
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Quienes ya iniciaron el proceso legal piden una compensación, que incluye el remplazo del teléfono antiguo, reembolso de compra y sustitución de baterías por nuevas.
Si estas demandas prosperan, posiblemente sean parteaguas para que otros consumidores de Apple hagan lo mismo.
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