El cierre por remodelación de la icónica Apple Store que se encuentra en la Quinta Avenida de Nueva York, fue aprovechada para hacerle una broma a los fanáticos de Apple. Personas de Improv Everywhere pusieron un logo de la compañía en una entrada del metro que es un cubo de cristal.
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Para hacer todo más creíble, usaron a gente infiltrada para que hiciera una fila para comprar el nuevo iPhone X.
Como no querían que mucha gente se enfadara, avisaron que solo tenían 50 teléfonos en stock. Sin embargo mucha gente se formó en la fila por si acaso sobraba uno. Lo mejor es que una vez entraban y bajaban por la escaleras, solo veían un andén del metro.
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Sin duda una buena y cruel broma para aquellos que desean un iPhone X, del que se especula que habrá pocas unidades el día de su lanzamiento oficial.
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