Kim Kardashian rompió en llanto al presentarse por primera vez, en el show de Ellen Degeneres, después del robo que sufrió en París, en octubre del año pasado.
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La modelo y empresaria dijo sentirse una mujer diferente, después del aterrador incidente, pues hoy en día ya no concede tanta importancia a las cosas materiales y le preocupa más ser una buena madre para sus hijos North y Saint.
Kim confesó lo siguiente a la presentadora, Ellen DeGeneres, "Sé que suena loco, pero sé que estaba destinado a pasarme a mí", refiriéndose al hurto, que según las autoridades, ha sido el mayor robo de joyas de Francia que ha sufrido un ciudadano en más de dos décadas.
"Siento que soy una persona diferente", dijo Kim, "No quiero llorar, más".
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La protagonista del reality "Keeping Up with the Kardashians" reveló que ha tenido que reforzar su seguridad y la de su familia, y que ahora es más discreta respecto a sus bienes materiales.
"Toda mi vida ha cambiado en términos de cómo viajo y mi seguridad. Nunca pensé que iba a necesitar de seguridad permanente afuera de mi puerta", señaló.
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"Definitivamente antes pensaba más en las cosas materiales. No es que haya nada malo con tener cosas y trabajar duro para conseguirlas, pero hoy estoy muy orgullosa de que mis hijos vean a la nueva persona en la que me he convertido", dijo Kim.
"Estoy fuera, estoy en casa, estoy segura. Soy una mejor persona. Vámonos", concluyó la esposa del rapero Kanye West.
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