IE 11 is not supported. For an optimal experience visit our site on another browser.

Esta podría ser la propuesta de matrimonio más espectacular que hayamos visto

Dale Sharp pasó cinco años planeando la propuesta de matrimonio perfecta y cuando se dio el momento, la inmortalizó en una bella fotografía.

Los hombres del todo el mundo envidiarán a Dale Sharp, un australiano de 34 años, que planeó durante cinco años la petición de matrimonio más espectacular, por lo que ahora deja la vara muy alta para los siguientes enamorados. 

MIRA TAMBIÉN: Así le pidió matrimonio a su novia tras sufrir un grave accidente automovilístico (VIDEO)

Y las mujeres envidiarán a su novia Karlie, por que la forma en la que le pidieron matrimonio es realmente única. La mujer explicó al Daily Mail que habían viajado al círculo polar para apreciar las llamadas luces del norte

Cuando ya estaban en ese sitio viendo la espectacular aurora boreal, Dale le dijo que iba a poner la cámara para tomar una foto, regresó con ella, le dijo que no se moviera, se hincó ante ella y le pidió matrimonio.

La imagen es realmente hermosa. 

Pero lo asombroso de esta historia no termina allí. Resulta que luego de hacer la petición, Dale le confesó a su prometida que llevaba planeando ese momento desde hace cinco años

MIRA TAMBIÉN: Reacción de un a señora a la propuesta de matrimonio entre dos mujeres arrasa en las redes.

De hecho, nueve meses antes ya había comprado un anillo de 4,500 dólares y lo había escondido en una crema hidratante para que ella no se diera cuenta. Como viajarían a Islandia, la aerolínea les dijo que su equipaje pesaba demasiado y que debían aligerarlo

Así que Karlie abrió la maleta y tiró a la basura el contenedor del anillo. Cuando llegaron a Islandia, Dale se puso como loco a buscarlo pero no lo encontró nunca. Tuvo que ahorrar de nuevo para comprar otro.

Aunque Dale Sharp perdió el primer anillo, el destino quiso que el segundo intento valiera mucho la pena.

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR:

El amor es viral: amor a los animales; a tus humanos; y por supuesto, a la pizza.