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Joan Manuel Serrat: La entrevista Billboard

El cantante español habla de su carrera musical y nuevo álbum con Billboard.

Suena el teléfono un viernes por la noche, dos días después de que la discográfica de Joan Manuel Serrat negara a Billboard una entrevista con el.


“¿Querías hablar conmigo?” 


Pienso que algún amigo me está haciendo una broma, y se lo digo.


Serrat, quién será honorado como Persona del Año en los 2014 Latin Grammys, celebra los 50 años de su carrera musical con el lanzamiento de “Antológia Desordena”, que incluye 50 temas elegidos y re-grabados por el cantautor. Treinta-y-uno de ellos son colaboraciones con artistas de varias generaciones. 

Hago el ridículo no creyendo reconocer al cantautor, hasta que me doy cuenta de que la voz no puede ser otra que la de Serrat.

“¿Te parece que nos tuteemos, mejor?” Pregunta. 


Quedamos en un bar de Barcelona para hablar.  


Tu “Antología desordenada” contiene cuatro CDs, un extenso texto autobiográfico y colaboraciones con 31 artistas. ¿Como planteaste un disco para celebrar 50 años de carrera?

El disco es como un libro en el que no están solamente las canciones, pero los que participaron a lo largo de mi vida.  Lo que conforma estos cincuenta años que para mí son tan maravillosos como sorprendentes. 


He vuelto a grabar casi todas las canciones porque quería tener una coherencia de sonido, empezando por la voz. No quería hacer una recopilación de canciones de diferentes años, diferentes voces, diferentes sonidos. Quería hacer algo construido hoy con las canciones que han formado parte de todo este camino. 

Mirando atrás al principio de ese camino, hace 50 años, ¿me puedes dar una idea de que significaba cantar en catalán en esa época?

Empecé a hacer música a medianos de los 60. Empecé a tocar con un grupo de amigos, pero fue un barco que se hundió solo. Entonces yo había escrito algunas canciones y empecé a cantarlas en un programa de radio de Barcelona que se llamaba Radioscope, de Salvador Escamilla. Y a partir de allí empecé a difundir mi música. Me uní a un grupo de gente que se llamaba Els Setze Jutges [Los 17 Jueces]. El nombre viene de una trabalenguas catalán.
Este fue un grupo que fue muy heterogéneo – habían trabajadores, estudiantes, amas de casa - lo único que teníamos en común fue que escribíamos canciones en catalán y las cantábamos. Pretendíamos no solo cantar en catalán, pero contar las cosas en catalán, y entonces esas canciones se convirtieron en una arma de lucha contra el Franquismo. Solo el hecho de cantar las canciones en Catalán se convirtió en una herramienta de combate. 

En 1967, con Canço de Matinada, tuviste la primera canción número uno en Catalán en las listas de éxitos en España.  Con el éxito llegó la controversia, y más tarde, la censura y un periodo del exilio.

A mi me propusieron para ir a cantar en [El Festival de la Canción de] Eurovision, pero yo pedí poder hacerlo en catalán. Entonces el proceso se fue alargando, alargando, alargando, hasta que faltó un mes y yo les planteé seriamente que si no era en catalán, no lo hacia. Entonces se decidieron muy claramente, y yo presente la renuncia.

¿Estabas dispuesto a arriesgar la carrera?

Que iba a hacer? Yo siempre he preferido tener miedo a pasar vergüenza. 

Yo no tengo nada contra cantar en castellano, si no al contrario. Desde entonces he seguido cantando en castellano. Pero sí tenía un problema contra todos los que me impidieron hacerlo en catalán. Siempre la gente me pregunta, que prefieres cantar en catalán o cantar en castellano? Y yo siempre contesto – yo prefiero cantar en lo que me prohíban. Si tu me prohíbes cantar en catalán prefiero cantar en catalán. Si tu me prohíbes cantar en castellano, canto en castellano.

El primer corte de la Antología es Canço Bressol, una canción muy personal pero no tan conocida como otros de tus temas. ¿Por qué abre el disco?

Es una canción que resume bastante mi mundo, mi procedencia, mis orígenes y los orígenes de Catalunya, que es [un lugar] muy mestizo.
Canço Bressol empieza con una canción tradicional argonesa, continua como una canción que es un homenaje a mi madre, que es un homenaje a todos los inmigrantes que un día por una razón u otra tuvieron que dejar sus lugares de origen y a sentarse aquí en Catalunya y ser ciudadanos de aquí.

Los artistas que colaboran en el disco van desde lo esperado – Joaquín Sabina – a lo sorprendente – Calle 13. 

Las canciones están cogidas para cada uno de esa gente, no coloqué cualquier canción, yo elijo a uno o una determinado para cada canción. Porque los escucho, lo siento antes como un director de casting erigiría las personas para una película

Eres, sobre todo, un poeta. ¿Es un don que mostraste desde joven?

¡No, no en el colegio! Empecé a escribir cuando empecé a leer, fue la lectura que me dió la razón de escribir. En general les ocurre a la gente en la niñez o en la adolescencia, a mí me pasó en la pos-adolescencia, en la juventud. Empecé a descubrir poesía que me iban mostrando amigos míos, o alguna muchacha que se conmovía con algunos versos. Y siempre me interesó la música de autores – la canción de Brassens y de Brell y los Italianos. La música que yo fui capaz de entender me fue enseñando mucho. Y también la copla fue un gran elemento.

De escuchar tus canciones, me imagino que eres una persona que va por la calle con un cuaderno en el bolsillo…

Sí [me enseña un cuaderno pequeño de color azul que saca de su bolsa]. Yo no cierro los ojos para escribir. Ni me tapo las orejas para escribir. Ni dejo de tocar cosas para escribir. Entonces lo que escribo es el resultado de lo vivo, de lo que veo y de lo que escucho y de lo que siento.

Tu relación con América Latina empezó en 1969 con tu primera gira en la región. Estabas exiliado por un tiempo en México, y por lo largo de los años, tu solidaridad con los artistas y pueblos de Argentina, Chile y otros países han sido presentes en tu obra.

Todo esto lo he vivido en directo y forma parte de mi vida – no son cosas que ocurrieron en lugares donde yo iba de paso. Son cosas que me ocurrieron a mí. Yo me siento profundamente identificado con aquellas gentes y aquellos territorios, hasta que me defino como un latinoamericano de Barcelona. 

¿Las canciones pueden cambiar el mundo?

Las canciones no cambian las cosas. Pero las canciones acompañan a la gente que cambian las cosas. Les hacen compañía y las llevan de la mano. O en otros casos estimulan su rebelión, ayudan a abrir los ojos y destapar conciencias. [Pero] ellas pobrecitas no hacen nada, son los más inofensivas por si mismas. Incluso se les puede dar vuelta como un calcetín.

Yo de joven empecé a hacer música porque me divertía hacer música. Yo estudié agronomía y estudié biología y lo dejé todo para cantar. Y claro, si yo he llegado a convertirme en cantante es porque escribo canciones. Y como escribo canciones escribo lo que me interesa escribir. No me siento a escribir diciendo voy a escribir algo muy difícil y muy comprometido. 
Cuando soy capaz de escribir las canciones sencillas que me conmueven y que conmueven a otros es cuando me siento bien.

El  proceso de hacer Antología Desordenada significaba volver a escuchar, elegir y cantar las canciones de toda tu carrera. ¿Como ha sido ese re-encuentro con tus propias palabras? 

Yo a veces pienso que uno no hace más en su vida que escribir la misma canción una y otra vez. De otra manera, con otros personajes, con otro ritmo, pero siempre se está escribiendo la misma canción.