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4 signos de congelamiento y los primeros auxilios que debes saber

En escasos minutos, tus extremidades pueden congelarse al estar expuestas al frío polar. Cómo darte cuenta de que corres riesgo y qué hacer.

Con el invierno llegan temperaturas extremas causadas por vientos árticos. Gran parte del país se ve afectada por este fenómeno y miles de personas corren riesgo de congelarse en escasos minutos.

Una amenaza silenciosa

En un clima helado, tus dedos, pies, nariz y orejas pueden congelarse rápidamente. ¿Por qué? Se trata de un mecanismo de defensa del cuerpo, que para proteger órganos vitales reduce la circulación sanguínea en las extremidades.

Para prevenirlo, deberías quedarte adentro especialmente cuando el termómetro baja a -50°F o menos. Si tienes que salir, cúbrete de pies a cabeza, mantente bien hidratado y esquiva el café, el alcohol y el tabaco, indica el portal del Servicio Meteorológico Nacional.

4 indicadores de congelamiento

1. Primer grado: se forman cristales de hielo en tu piel.

2. Segundo grado: tu piel se siente caliente aunque sigue congelada.

3. Tercer grado: la piel se torna roja, pálida o blanca.

4. Cuarto grado: el dolor dura más de un par de horas y la piel puede ponerse azulada o negra.

Primeros auxilios: los SÍ y los NO

La primera consiga ni sospechas de congelamiento es refugiarte en un sitio calefaccionado lo antes posible. Apunta más consejos del Servicio Meteorológico Nacional.

Mientras buscas refugio:

- Pon tus manos debajo de tus axilas.

- NO frotes ni masajees las partes del cuerpo heladas.

- Aférrate a otra persona o a un animal.

- Bebe líquidos calientes.

- Ponte capas extra de ropa o mantas.

- Quítate accesorios como anillos, relojes o brazaletes.


Una vez adentro:

- Sácate las prendas húmedas y envuélvete en mantas o ropa seca.

- NO intentes calentarte con agua caliente, un secador de cabello o una manta eléctrica, advierten los CDC.

- NO te acerques a una fuente de calor como una chimenea o una estufa, ya que podrías quemarte al tener poca sensibilidad en la piel.

- NO camines descalzo si tus pies están congelados.

- Date un baño de agua tibia (NO caliente), y envuelve tu rostro y tus orejas con una toalla humedecida con agua tibia.

- Sentirás que la piel se enrojece, se inflama y pareciera estar ardiendo. Puede que aparezcan ampollas: ¡no las revientes!

- Si tu piel se vuelve azulada o gris, está muy hinchada, con ampollas o endurecida y sin sensibilidad, ve al hospital lo antes posible.

El frío extremo también es una amenaza para tu bolsillo. Conoce cómo ahorrar energía este invierno, en el siguiente video:

 

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