Para muchas personas, estudiar es un esfuerzo grande que requiere de tiempo y preparación. Sin embargo, este niño prodigio de 8 años está a punto de comenzar la universidad. Conoce la historia de Laurent Simons.
Inteligencia precoz
Cuando tenía tan solo seis años, Laurent Simons terminó la primaria. Sin embargo, el niño prodigio se aburría en la escuela. Un año y medio después recibió el diploma de la secundaria, junto a compañeros mucho mayores que él, cuenta el sitio de la BBC.
Hijo de padre belga y madre holandesa, nació en Ostende, Bélgica, pero vive en Ámsterdam.
Ahora, luego de dos meses de vacaciones, Laurent se prepara para ingresar a la universidad. El secreto de su inteligencia quizás sea el coeficiente intelectual de 145.
Las desventajas de su inteligencia
Aburrirse en clase alejó a Laurent de sus compañeros, otros niños de su edad que no compartían sus intereses avanzados, explica el sitio del periódico español El País.
El problema era que Laurent se aburría con los juguetes, no sabía qué hacer con ellos, y se limitaba a mirar mientras otros se divertían. Esa distancia también se manifestaba en clase.
“A veces mis compañeros tardaban demasiado en responder, así que yo contestaba en su lugar”, contó Laurent en la televisión belga, según El País.
Sus planes para el futuro
Este niño prodigio ha considerado profesiones como cirujano y astronauta. Sin embargo, su interés principal son las ciencias exactas.
“Me encantan las matemáticas porque son muy amplias. Hay estadística, álgebra, geometría”, asegura Laurent.
Por otro lado, además del holandés, su idioma materno, también habla francés y alemán.
En este momento, las posibilidades de Laurent son infinitas, ya que podría dedicarse a lo que él elija. ¿Qué le deparará el futuro? Solo el tiempo dirá.
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