En verano, ¿quién no se tienta con una rica parrillada? Sin embargo, no deberías excederte. Un nuevo estudio, presentado en un congreso de la Asociación Americana del Corazón, vincula el consumo regular de carne asada con un mayor riesgo de presión alta. ¡Entérate!
¿Cuánto es demasiado?
Los investigadores analizaron a más de 100 mil personas de tres estudios distintos, que comieron al menos dos porciones de carne, pollo o pescado cada semana, recopila el sitio de la Escuela de Medicina de Harvard.
Detectaron que quienes asaban la carne a altas temperaturas más de 15 veces en un mes tenían un riesgo un 17% más elevado de sufrir de presión alta, que quienes lo hacían hasta 4 veces por mes.
Cómo prefieres la carne, también influye
¿Te gusta bien cocida? Pues, tu riesgo de hipertensión podría ser ¡un 15% más alto! Los científicos creen que esto se debería a químicos que se forman cuando la proteína de la carne es expuesta a altas temperaturas.
Atención: no quedó demostrado que el método de preparación de la carne impacte directamente en tus niveles de presión, pero no está de más comer parrilladas con moderación, ¿no?
4 tips para barbacoas seguras
Más allá de la presión arterial, cómo manipules los alimentos, especialmente las carnes, en tu barbacoa, puede poner en riesgo tu salud. Apunta estos consejos recopilados por el portal del show Today, para evitar enfermedades e intoxicaciones:
1. Empaca dos coolers: uno para las bebidas y otro para la comida. De esta manera, evitarás abrir el de los alimentos cada vez que quieras beber algo, poniendo en riesgo la cadena de frío.
2. Sigue la regla de las dos horas. Este es el tiempo máximo que un platillo debería permanecer fuera del refrigerador, para evitar que se contamine con bacterias. Y, si hace mucho calor, lo preferible es limitar ese lapso a una hora.
3. Cómo descongelar el pollo o la carne de manera segura. No los dejes sobre la mesada. Deberías guardarlos en el refrigerador desde el día anterior. Si te olvidaste, pon la carne en una bolsa plástica y sumérgela en un bol con agua fría (¡no caliente!). A medida que el agua se entibie, reemplázala, hasta que la carne se descongele del todo.
4. No reutilices la marinada de la carne cruda. Mejor, separa parte de la marinada desde el principio, para untársela luego a tus carnes ya cocidas. O, si te olvidaste, hiérvela antes de volver a usarla para tus platillos.
Y recuerda: consulta a tu médico si tienes dudas sobre tu presión arterial o antes de cambiar tu dieta. Checa en el video más tips para asar carnes a la parrilla este verano:
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