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¿Sabes ahorrar... o eres tacaño? Descubre si has pasado el límite

Devolver ropa que ya usaste, llevarte artículos de librería de la oficina y más comportamientos que te convertirían en tacaño.

Ahorrar dinero puede ser una gran habilidad para tu vida, que te permita salir de deudas, prepararte para el retiro ¡y hasta comprar un carro o una casa! Ciertas estrategias para ahorrar, como llevarte el almuerzo al trabajo o dar de baja el cable, pueden ser muy efectivas. Pero, ¿dónde está el límite? ¿Cómo saber si te has convertido en una persona tacaña? Checa algunas situaciones hipotéticas y cómo deberías comportarte en ellas.

Ropa de fiesta

Has encontrado el atuendo perfecto para una gran fiesta que se avecina, pero está fuera de tu presupuesto. La persona tacaña podría comprarlo, dejarle la etiqueta y devolverlo luego de haberlo usado. La persona frugal, en cambio, podría ir a una tienda de ropa usada y elegir bonitas prendas de diseño a un excelente precio. Inclusive puedes volver a venderlas después del evento, indica Money Crashers.

Artículos de librería

En la oficina hay una enorme cantidad de lapiceras, papel, banditas elásticas y otros insumos. Llevártelos a casa podría dañar a la empresa y, en consecuencia, a sus empleados. Una persona ahorrativa, en cambio, solo tomaría aquello que va a ser botado a la basura y que todavía sirve. 

Checa otros hábitos que te harían ver poco profesional en la oficina.

Salir a comer

Una persona frugal quizás pida platillos económicos o solo una entrada al ir a un restaurante. Alguien tacaño, en cambio, podría pedir lo que desee y luego dejar muy poca propina, señala WiseBread. O, si sale con amigos, no ordenar nada y robar comida de sus platos.

Obsequios impersonales

Una gran idea para un cumpleaños o para la época de las fiestas, si estás ahorrando, es hacer regalos caseros. Quien los reciba seguramente apreciará el esfuerzo y la dedicación. Pero, ¿qué sucede cuando te otorgan un obsequio y quieres dárselo a otra persona? "Reciclar" regalos podría convertirte en tacaño si no tiene nada que ver con la persona a quien se lo vas a dar ¡o si se lo devuelves a quien te lo regaló originalmente!

Comida en mal estado

¿Calentar y comer ese platillo que está en tu heladera hace días y huele algo raro? ¡Es de tacaño! Podrías enfermarte y tener que acudir al médico. Si quieres ahorrar, en cambio, procura poner la comida que te sobre a la vista y consumirla antes de que se arruine. Ante todo, ¡cuida tu salud!

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