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De la cuna a la cama: qué considerar al “mudar” a tu toddler

Pasar de la cuna a la cama no debería estresar a tu niño. Aprovecha estos tips para ayudarlo a transitar este cambio importante.

Pasar de dormir en la cuna a una camita, debería ser una transición agradable para tu pequeño, y no una experiencia que lo asuste. Descubre estas cosas a considerar, y consejos para lograr el cambio con éxito.

¿A qué edad debe mudarse?

Algunos niños están listos para “graduarse” a una camita tan pronto como a los 18 meses, mientras que otros lo harían más grandes, como a los 24 meses. Es importante tener en cuenta su desarrollo físico y emocional, y lo unido sentimentalmente que esté a su cuna, según Parents.

¿El factor decisivo? Cuando trata de treparse para salir. Si el colchón está en la posición más baja, y su pecho sobresale por encima de la baranda, lo más probable es que pueda saltar. Por eso, sería ideal mudarlo antes de que lo intente.

Si viene un nuevo hermanito, ten cuidado

Es importante que un pequeño no se sienta desplazado de su lecho, por la llegada de un nuevo miembro de la familia. Si la razón principal de esta “mudanza” es que un nuevo bebé necesitará la cuna, asegúrate de comenzar el proceso dos meses antes de que nazca, recomienda Pamela High, directora médica del Centro de Desarrollo Infantil en el Hospital de Mujeres e Infantes en Providence, Rhode Island, a Parents.

La idea es que tu pequeño se sitúe en la nueva cama, y que considere a la cuna “territorio neutral”, cuando llegue su hermanito. Para ello, podrías desarmarla o hacer que sea imposible dormir allí, llenándola de juguetes, frazadas y muñecos.

Otra alternativa sería retrasar el proceso hasta que el nuevo bebé tenga 3 ó 4 meses, dándole tiempo a tu toddler a acomodarse a su presencia, como se propone desde BabyCenter. Al fin y al cabo, el recién llegado probablemente dormirá en un moisés en tu habitación durante ese tiempo.  

Una cosa a la vez

Evita pasar a tu niño a una cama, cuando estén ocurriendo otros cambios importantes en su vida. Si está comenzando el kinder o está abandonando los pañales, sería mejor buscar otro momento.

Asegúrate de que la casa esté preparada

Los gabinetes de la cocina bien cerrados, las escaleras con puertas arriba y abajo, las bibliotecas aseguradas a la pared y los enchufes protegidos. ¿Por qué? Pues, tu pequeño ya podrá deambular por su cuarto (o por el resto de la casa) ¡cuando le plazca!

Una buena idea podría ser poner monitores o campanitas que te alerten en el momento que salga de su cama.  

Más tips para facilitar la transición

1. No reemplaces inmediatamente sus cobijas. Los niños suelen sentirse reconfortados al encontrarse con las que usan desde siempre, aunque queden pequeñas en la cama nueva, según BabyCenter.

2. Si vas a comprar una camita, invita a tu pequeño a acompañarte, y deja que te ayude a elegir. O si vas a usar una que solía pertenecer a alguien que él conoce, aprovecha esto a tu favor. Podrías decirle: “Esta cama era de tu primo, y ahora es tuya. ¡Ya casi eres tan grande como él!”.

3. Haz que la nueva cama se vea tentadora, con sus juguetes favoritos. También podrías invitarlo a elegir unas “sábanas de niño grande”, propone The Baby Sleep Site.

4. No esperes que la transición ocurra de un día para el otro. Probablemente pasen unas semanas hasta que dormir en su nueva cama sea normal para tu pequeño. Ten paciencia, y sé firme y consistente. Muy pronto irá feliz a descansar allí. 

Si tienes dudas, o antes de comenzar el proceso, no dejes de consultar al pediatra o a un especialista en el tema.

Las cenas en familia pueden hacer sentir seguros a los pequeños, y son una gran excusa para reunir a todos. Mira este video:

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