“Las mujeres no pueden ganar”: un título duro, pero realista, de un nuevo informe del Centro para la Educación y la Fuerza Laboral de la Universidad de Georgetown.
¿A qué se refiere? A que las chicas la tienen difícil cuando de ganar lo mismo que sus pares masculinos se trata. Por cada dólar que reciben ellos, ellas obtienen 81 centavos. En el curso de una vida, esta “pequeña” diferencia puede traducirse en más de $1 millón de dólares.
Pero habría una manera de achicar la brecha salarial de género, según los autores del reporte: conseguir un título más.
Estudiar más, para ganar (casi) lo mismo
“Una mujer con una licenciatura gana, en promedio, $61,000 anuales, prácticamente lo mismo que un hombre con un título de grado de asociado”, explica el informe. Lo mismo sucede con una mujer que tiene un máster, versus un hombre con una licenciatura.
Pero el informe se titula “Las mujeres no pueden ganar” por un buen motivo.
Ni siquiera un nivel educativo más elevado garantiza igual paga. Una mujer con un máster podría recibir $83,000 anuales, que sigue siendo menos que los $87,000 que obtiene un hombre con una licenciatura, recopila el portal CNBC.
En cada nivel educativo, ellas son más
Cada vez más mujeres prolongan sus estudios. Las graduadas femeninas son mayoría en todos los niveles, incluso en los doctorados.
61% de los associate’s degrees, 60% de los másteres y 57% de las licenciaturas son otorgados a mujeres, según el informe universitario.
Estas “ganancias” educativas han logrado achicar la brecha salarial alrededor de un 7%. Es una gran noticia, pero perdura un margen de diferencia que, además, tiende a aumentar con la edad.
El porqué: la gran pregunta
Mucho se dice sobre la “culpa” que tienen las mujeres de ganar menos: que eligen carreras de salarios más pobres o toman empleos part-time, por ejemplo. Pueden ser factores influyentes, claro.
Pero la causa de la brecha de género que persiste más allá de las horas de trabajo, el campo de estudio elegido y el nivel educativo, es mucho más compleja y no puede reducirse a una decisión personal de la mujer.
Entre posibles motivos de estas diferencias predominan la costumbre de devaluar el trabajo de las mujeres; la carga de obligaciones domésticas, como el cuidado de los niños, que suele recaer más en sus hombros; y tácticas de negociación salarial deficientes, enumera la revista Fortune, a partir del reporte.
Si estás pensando en seguir tus estudios, checa este video con claves que pueden ayudarte a ser admitido en la universidad:
MIRA TAMBIÉN:
Igualdad salarial: Islandia prohibió que un hombre gane más que una mujer
Brecha salarial invertida: 10 puestos en los que nosotras ganaríamos más que los hombres