No saltarse el desayuno, almorzar a horario, hacer ejercicio… ¿Sigues cada una de las indicaciones para cuidar tu peso, pero siempre terminas con ganas de un bocadillo más? La clave de la saciedad podría estar, sencillamente, en sentarte a la hora de comer.
Comer de pie: una mala idea
Simplemente sentarse a disfrutar de un platillo podría mantenernos satisfechos después de terminar de comer, asegura un estudio inglés, publicado en la revista Appetite.
Para llegar a estas conclusiones, los expertos pidieron a 80 personas que comieran una porción de pasta etiquetada como “snack” o “comida”. Los primeros la consumieron de pie, con un tenedor de plástico; los otros, sentados a la mesa con un plato de cerámica y un tenedor de metal, detalla un comunicado de la Universidad de Surrey, responsable de la investigación.
Luego, los participantes fueron invitados a probar distintos snacks, como queso cheddar, galletas y chocolates.
¿Qué encontraron los científicos? Quienes habían comido de pie terminaron ingiriendo más bocadillos, recopila el sitio The Daily Meal. Esto se debería a que sintieron menos saciedad luego del plato de pasta.
El estilo de vida no ayudaría
Con rutinas extenuantes, cada vez serían más quienes consumirían “al paso” distintos alimentos, ofrecidos por el mercado como “snacks”, sostiene el comunicado de la Universidad de Surrey. En consecuencia, serían más propensos a comer de más, ya sea porque no lo notan o porque, incluso, no recuerdan qué han comido.
¿Suele pasarte? Para remediar la situación, trata a tus alimentos como “comidas” (¡no bocadillos!), y disfrútalos sentado, “para ser más consciente de ellos”, concluyó Jane Ogden, autora principal del estudio, en el comunicado.
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