Poner a sus hijos a hacer dieta es la solución de muchos adultos cuando aquellos sufren de sobrepeso u obesidad. Sin embargo, no sería recomendado por expertos en nutrición. Conoce las razones.
Dieta para niños, ¡no!
Todos los alimentos contendrían calorías, es decir, una forma de energía. Pero cuando alguien hace dieta, intentaría comer menos calorías que las que usa el cuerpo. Al hacerlo, podría perder grasa corporal y bajar de peso. De la misma forma, si come más calorías de las que el cuerpo puede desgastar, entonces ganará peso, se señala en el sitio KidsHealth, de la Fundación Nemours.
El caso de los niños sería diferente: no necesitarían hacer este tipo de dietas. Es que, a diferencia de los adultos, ellos están todavía creciendo y desarrollándose. Durante ese tiempo, necesitan alimentos saludables para crecer adecuadamente. Si bien tener sobrepeso u obesidad podría causarles problemas de salud, hacer dieta podría ser ¡aún peor! Sobre todo si hacen algo drástico como saltarse comidas o decidir comer solamente lechuga.
Además, hacer dieta, en general, parecería llevar a más problemas de peso, según la dietista registrada Melinda Johnson, profesora del programa de nutrición de la Universidad Estatal de Arizona. “No es apropiado para la gran mayoría de los niños hacer una dieta para bajar de peso”, indicó al sitio USNews & World Report. Las razones, podrían ser:
- Una dieta que escatima en proteínas, podría perjudicar el crecimiento muscular, mientras que poca grasa podría bloquear la absorción de vitaminas A, D, E, y K, según indicó la médica y especialista en nutrición Melina Jampolis, a esa misma fuente.
- Los niños con bajo peso y bajo porcentaje de grasa corporal, podrían tener debilitado su sistema inmunológico, llevándolos a enfermarse más seguido y con más persistencia.
- Las dietas bajas en carbohidratos desalientan alimentos como patatas, que brindan hierro, potasio, vitaminas del grupo B y vitamina C (esenciales para que el cuerpo trabaje en su máxima capacidad).
- Hacer dieta cuando se es demasiado joven, podría incluso promover problemas de imagen crónicos, dietas de “rebote”, y desórdenes alimentarios como anorexia o bulimia.
De esta manera, “no están aprendiendo cómo integrar alimentos sanos en su menú diario”, según Johnson. “Solamente están haciendo dieta, y cuando la terminan, vuelven a sus hábitos alimenticios habituales”, concluyó.
Pero entonces, ¿cómo ayudarlos a bajar de peso?
Como dijimos antes, el sobrepeso también causaría problemas de salud en los más chicos, pero la mejor forma de ayudarlos a bajar ese “extra”, no sería una dieta. Checa lo que aconsejó Tamara Melton, dietista e instructora en la Universidad Estatal de Georgia, en el sitio WebMD:
1. Encuentra el peso ideal. Pero no necesitas hacer que lo reduzcan, ya que, mientras están creciendo, necesitarían mantener su peso o ganarlo a una velocidad menor.
2. Haz que toda la familia participe. Habla con todos los integrantes de tu hogar sobre la necesidad de todos de comer más sano. “Los niños aprenden sus hábitos de los padres”, según Melton. ¡Y asegúrense de comer en familia!
3. Comienza de a poco. Introduce un par de cambios por semana, para que sean duraderos. Por ejemplo, cambia un par de bebidas azucaradas, como zumo y gaseosas, por agua o leche sin grasa. Compra más vegetales (los niños necesitan de 1 a 3 tazas de vegetales y de 1 a 2 tazas de fruta al día), dales un desayuno saludable, y sirve porciones más pequeñas.
4. Ayúdalos a moverse. Los pequeños necesitarían unos 60 minutos de actividad física al día, según WebMD. Salgan a caminar o a andar en bicicleta en familia, encuentra un deporte que disfruten y aliéntalos a que lo practiquen.
Y recuerda, antes de hacer cambios en el estilo de vida de tus hijos, consultar siempre con su pediatra.
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