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¿Por qué cada vez hay menos luciérnagas?

Cada vez más, los humanos estarían destruyendo el hábitat de las luciérnagas, poniéndolas en riesgo de ser una especie en extinción.

Las luciérnagas, esos insectos lumínicos y “mágicos” que antes abundaban en campos y bosques, estarían desapareciendo paulatinamente. ¿Los responsables? Los seres humanos. ¡Entérate por qué!

Insectos de luz, en peligro

La pérdida de hábitats adecuados, los químicos tóxicos (que tienden a permanecer en ambientes acuáticos), y la contaminación lumínica, no son un buen combo para las pequeñas y hermosas luciérnagas. Es más: a causa de ello, estarían desapareciendo, como reporta el sito Mother Nature Network.

Muchas especies de luciérnagas sobreviven como larvas en madera putrefacta y desechos forestales, en las márgenes de charcos y corrientes. A medida que crecen, casi siempre se quedan en donde nacieron. Algunas especies son más acuáticas que otras, y otras se encuentran en áreas más áridas pero, la mayoría, se halla en campos, bosques y pantanos. Eligen lo cálido, húmedo, y quedarse junto a algún tipo de agua, indica el sitio Firefly.org.

El problema: la desaparición y alteración del hábitat

En Estados Unidos y en el resto del mundo, las causas para que las luciérnagas disminuyan en número, son:

- Los campos abiertos y bosques están siendo deforestados y pavimentados.

- Los cursos de agua están desarrollándose cada vez más, dando lugar a ruidosos botes y otras embarcaciones que circulan por allí. Así, las luciérnagas no tienen demasiada alternativa, y empiezan a perecer.

- La explotación forestal.

- El uso en aumento de pesticidas, que las destruyen a ellas y a sus presas.

- El tránsito humano también es un gran contribuyente al problema.

- La contaminación lumínica.

Sin embargo, es esta última la que más preocuparía a los cientificos, según Firefly.org, porque sería la mayor responsable de la desaparición de esos insectos.

Dependen de la luz

Es que, tanto las luciérnagas masculinas como las femeninas, usan sus “linternas” para comunicarse. Algunas especies, incluso sincronizarían sus destellos de luz, algunas veces, en grandes grupos de miles de insectos.

Así, la contaminación lumínica del hombre, interrumpiría los patrones de las luciérnagas, ya sea por las luces de las casas, de los coches, tiendas, o de tránsito. De esta forma, estos insectos no podrían enviarse señales cuando intentan aparearse, reduciendo la posibilidad de que existan nuevas poblaciones de la especie.

Pero, ¿por qué nos importan? “Las luciérnagas son indicadoras de la salud del ambiente”, según estableció un simposio de 2010 destinado a preservar las especies de luciérnagas en Malasia. Además, “la disminución de luciérnagas es causa de preocupación y refleja la tendencia global de la mayor pérdida de biodiversidad”, como recoge el diario The New York Times.

Qué podemos hacer

El sitio de medioambiente, Treehugger, ofrece algunas alternativas para contribuir a pequeña escala, a la conservación de las luciérnagas en nuestro propio jardín:

• Evitar el uso de químicos.
• Dejar las lombrices , larvas y otros insectos para que se alimenten las luciérnagas.
• Apagar las luces.
• Proveerles una cobertura, como grandes arbustos para que puedan esconderse.

¿Qué harías tú para evitar la desaparición de las luciérnagas?

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