Además de ser divertidos y permitirles crear e interpretar hermosas canciones, aprender a tocar instrumentos musicales puede aportar a los niños importantes beneficios ¡de todo tipo! En el marco del Music in Our Schools Month, que se celebra en marzo, te invitamos a conocerlos.
1. Aumenta la memoria
Según un estudio con niños de edad preescolar, escuchar música y tocar un instrumento estimularía el cerebro, incrementando la memoria, recopila el sitio Effective Music Teaching. ¿La mejor parte? El efecto ¡duraría ¡a largo plazo!
2. Promueve la coordinación
La habilidad de tocar un instrumento precisa de muchísima coordinación entre los ojos y las manos, agrega el portal. Además, al leer las notas musicales en una partitura, el cerebro debe convertirlas en patrones de movimiento específicos, al mismo tiempo que tiene en cuenta el ritmo y la respiración.
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3. Mejora las habilidades académicas
La música y las matemáticas están muy entrelazadas. Al comprender el ritmo, las pulsaciones y escalas, los niños están aprendiendo a dividir, crear fracciones y reconocer patrones.
“Pareciera que la música cablea el cerebro de los pequeños para ayudarlos a comprender mejor distintas áreas de las matemáticas”, aseguró Lynn Kleiner, fundadora de una academia de música, consultada por la revista Parents.
4. Desarrolla las habilidades físicas
Además de la coordinación, instrumentos como la percusión, que precisan del movimiento de las manos, brazos y piernas, ayudan a los niños a desarrollar sus capacidades motoras, agrega la publicación mencionada. De igual modo, los de cuerda o con teclado, del estilo del violín o piano, precisan de acciones diferentes ¡pero simultáneas!, de ambas manos. En consecuencia, pueden ser una gran manera de preparar a los más pequeños para otros hobbies, como bailar o hacer deportes.
5. Mantiene el cerebro joven
Aprender a tocar un instrumento musical podría tener un impacto positivo a largo plazo: ayudaría a mantener intactas las funciones cerebrales, a medida que envejecemos.
En este sentido, y especialmente quienes estudiaron un instrumento musical por al menos una década, conservarían mejor su memoria no verbal y viso-espacial, serían más hábiles para nombrar objetos, y para aprender y adaptar nueva información, concluyó un estudio con adultos mayores, publicado en 2011, en la revista Neuropsychology. Así que, ¿qué mejor que comenzar de pequeños?
Como ves, aprender a tocar un instrumento musical podría beneficiar a tu hijo en grande. ¡Invítalo a elegir el suyo!
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