Salir a comer: para algunos, es un lujo que se dan muy de vez en cuando. Para otros, es la regla, ¡sus cocinas están casi intactas! ¿Dónde gastas más dinero? ¿En el supermercado o en restaurantes? Checa qué sucede en Estados Unidos...
Un gran cambio
En 1992, la Oficina del Censo de EEUU comenzó a hacer un seguimiento de cuánto se gasta tanto en el supermercado como en salir a comer, se indica desde el blog The Penny Hoarder. Este año, es la primera vez que se registra que los americanos han gastado más en bares y restaurantes que en tiendas de comestibles.
En junio, por ejemplo, se gastaron unos 52.5 mil millones de dólares en supermercados, comparado con unos 54.8 mil millones en restaurantes y bares. Si tú también entras en esta tendencia, descubre qué puedes hacer para ahorrar algo de dinero en tus salidas.
Gasta menos en los restaurantes
No es necesario que dejes de ir a comer afuera, pero ten en cuenta algunas recomendaciones para que el impacto no sea tan grande en tu bosillo:
- Llévate lo que no comas. Las porciones suelen ser demasiado grandes. Por eso, en lugar de comer de más, asegúrate de pedirle al mozo que envuelva lo que te haya sobrado. Así, la cena se convierte en el almuerzo del día siguiente, como se indica desde Money Crashers.
- No pidas bebidas. La comida en los restaurantes suele ser más costosa que si la cocinaras en tu casa. En el caso de las bebidas, la diferencia es inclusive mayor. Lo mejor es solicitar agua del grifo, que no suele cobrarse.
- Apúntate a los newsletters. A cambio, muchos restaurantes te enviarán ofertas especiales y descuentos, se explica en el sitio Save The Student. ¿No quieres que tu casilla de correo se llene de spam? ¡Crea una especialmente para este fin!
- Come un bocadillo antes de salir. Si llegas al restaurante con un hambre voraz, es probable que ordenes más de lo necesario. En cambio, si comes una fruta un rato antes, podrás tomar una mejor decisión al ver el menú.
Por supuesto, si salir a comer está afectando tus finanzas personales, probablemente sea mejor que comiences a cocinar más. Busca algunas recetas que te gusten ¡y manos a la obra!
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