En el último tiempo, los productos lácteos han adquirido una reputación algo “dudosa”, con muchas personas haciendo el cambio a la leche de soja o de almendras, y dejando atrás el queso para siempre. Es más: ¡hasta Khloé Kardashian ha dicho públicamente que perdió 11 libras cuando hizo este cambio!
Pero, los hallazgos de un nuevo estudio publicado en la revista científica American Journal of Clinical Nutrition indican que, quizás, deberíamos pensarlo dos veces antes de desterrar estos alimentos de nuestra dieta, ya que podrían ayudarnos a no engordar en el futuro.
Su impacto en la silueta
Para descubrir qué efectos tenían los productos lácteos en el peso corporal a través del tiempo, los investigadores monitorearon el consumo de lácteos de más de 18,000 mujeres de peso normal, a lo largo de 11 años.
Así, descubrieron que aquellas que comían más lácteos tendían a aumentar menos de peso que aquellas que consumían menos, o que directamente pasaban de este grupo nutricional. Sorprendente, ¿no?
Un dato curioso
Lo más llamativo, es que se descubrió que los efectos fueron más fuertes en las mujeres que consumían lácteos enteros, y no descremados. Es más: de acuerdo con dicha investigación, ¡no se observaron beneficios por consumir leche descremada!
Entonces, ¿deberíamos comer lácteos?
Pero, ¡no dejes que este estudio científico te sirva como excusa para ir corriendo a la heladería! De acuerdo con la nutricionista argentina Giselle Balaciano, lo que te servirá para mantenerte en tu peso, aún si comes lácteos enteros, es hacer ejercicio, ser ordenado con las comidas, descansar bien, respetar las porciones y no estresarte, entre otros buenos hábitos.
“Si ya comenzaron teniendo un peso normal, probablemente las mujeres estudiadas y que consumían lácteos tenían un estilo de vida saludable que mantuvieron durante toda la vida”, nos explicó la nutricionista.
Balaciano recomienda no dejar de lado los lácteos, ya que son una gran fuente de calcio, pero advierte que tampoco deberíamos abusar en las cantidades. “Para los adultos jóvenes, 3 porciones al día de leche, yogur o queso descremados, en general son lo recomendable”, propuso.
Eso sí: antes de hacer cualquier modificación significativa en tu dieta o en tu estilo de vida, no dejes de consultarlo con un profesional de la salud.
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