La estrella de la NFL, Chandler Jones, fue de los grandes ausentes en el pasado Sunday Night Football contra los Pittsburgh Steelers, debido a que días previos fue separado del equipo tras ponerlo en la lista de enfermedades no relacionadas con la liga y por motivos personales.
Ahora su situación es más delicada, debido a que aseguró en redes sociales que supuestamente fue llevado contra su voluntad por el departamento de bomberos de Las Vegas, Nevada a un hospital de salud mental, donde le habrían inyectado una sustancia extraña y lo obligaron a dormir en el suelo.
“Primer día de salida, pero todavía estoy alineado… si mis fans y amigos se lo preguntaban, el departamento de bomberos de Las Vegas me acogió la semana pasada en contra de mi voluntad. Me inyectaron no sé qué.
"Dicen que fue una detención judicial y que la policía de Las Vegas me puso a mi cargo. No había hecho nada malo. La policía dijo que la gente estaba preocupada por mí debido a mis publicaciones en línea”.
En la carta que posteó en su perfil de “x” detalla que de cinco a siete personas lo trasladaron desde su casa a la fuerza en una ambulancia al hospital Southern Hills y después a Seven Hills, donde la experiencia se hizo más aterradora, especialmente porque le pidió ayuda al dueño del equipo y este no le respondió.
También reclamó por qué no lo han dejado ingresar a las instalaciones de los Raiders, publicó un documento donde dice que tiene derecho a rechazar tratamiento y medicación y a recibir un trato digno y una explicación de todos los procedimientos que hagan a su persona y relató cómo su familia, la religión y el ejercicio lo han ayudado a sortear su instancia en este lugar, en el que indica que se mantiene. “Todavía estoy aquí y estoy confundido sobre lo que hice mal. Estoy muy cuerdo”.
Una semanas antes, el defensive end que disputaba su temporada 11 en la liga de fútbol americano más importante de Estados Unidos y el mundo, se lanzó contra el gerente general de los Raiders, Dave Ziegler, y el propietario del equipo, Mark Davis, a quienes acusó de proteger la identidad de una persona que presuntamente habría abusado sexualmente de su ahijada.
Después de eso mencionó que sus redes fueron “hackeadas”, se filtró que tuvo roces con dichos personajes y con Josh McDaniels, head coach de los “Malosos”, y se manejó la versión que a principios de septiembre le mandaron a su casa un equipo de respuesta a crisis y agentes de policía sin razón alguna.
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