Ben Brady, uno de los hijos de Tom Brady, de apenas 13 años, sorprendió a su padre al anunciarle que jugará fútbol americano, pero le dejó muy claro que no quiere seguir sus pasos, sino los de Rob Gronkowski.
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Fue la propia leyenda viviente de la NFL quien entre risas se encargó de relatar la curiosa anécdota en el podcast “Let’s Go”.
“Quiere ser un tight end como Gronk, y será una pequeña bestia. Es un niño increíble y tiene muchos talentos. Es un músico y artista realmente talentoso. Me dijo este año: ‘Papá, voy a jugar al fútbol americano’. Y yo le pregunté: ‘¿Qué quieres jugar?’ Y él respondió: ‘tight end. ¡Quiero ser como Gronk!’”, expresó el ganador de siete anillos de Super Bowl.
Posteriormente, Brady confesó que de inmediato le comunicó la noticia a su amigo.
“Le envié un mensaje de texto a Gronk y le dije: ‘¡Oye, mi hijo quiere ser como tú!’. Y le encantó. Mi hijo va a jugar al fútbol este año, así que le he estado lanzando la pelota en el patio trasero”, relató el exquarterback.
Con los New England Patriots y los Tampa Bay Buccaneers, Brady y Gronkowski hicieron una pareja explosiva que se encargó de provocar serios dolores de cabeza a sus adversarios. Pero, más allá de eso, formaron una entrañable amistad.
Hace un año, Brady reveló que su otro hijo, Jack, de 16 años, estaba jugando fútbol americano en el equipo de su escuela y que su posición era la de free safety, aunque también podía desempeñarse como quarterback, sin embargo aclaró que no le interesaba qué tan bueno fuera, sino que disfrutara del deporte con sus amigos.
La próxima temporada de la NFL, que está próxima a arrancar, será la primera en más de dos décadas que no contará con el legendario exjugador, considerado por muchos especialistas como el mejor de la historia.
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