Lionel Messi, el D10S argentino, sigue haciendo milagros con el Inter Miami, una franquicia que hasta hace no mucho estaba convertida en un patito feo y hoy es el más bello de los cisnes.
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Hace solo unos días, de la mano del rosarino, el club de la Florida conquistó el título de la Leagues Cup y poco después se clasificó a la final de la US Open Cup, donde enfrentará al Houston Dynamo.
Pero Messi es un devorador insaciable y ahora extendió su magia a la temporada de la MLS, donde Inter Miami llevaba 11 partidos consecutivos sin ganar y ocupaba el último puesto de la competencia, sin embargo eso se acabó al vencer 2-0 al New York Red Bulls, con un golazo del campeón del mundo al minuto 88, quien había entrado al campo al 60.
Hasta antes del arribo del “Messías”, Inter Miami nunca había levantado un trofeo y tampoco había logrado colarse al choque por el título de la US Open Cup. Eso cambió con el milagroso “10”.
El impacto de Messi en su nuevo equipo es impresionante. En nueve encuentros ha marcado once goles y dado tres asistencias. Pero, lo más importante, Inter Miami no ha perdido.
A eso hay que sumar los milagrosos triunfos que el ex Barcelona y PSG fue capaz de liderar, todos tan increíbles como los de cualquier emotiva película de Hollywood. FC Dallas, Nashville y FC Cincinnati estuvieron muy cerca de salir sonrientes de sus duelos contra Leo y compañía, pero, al final, se fueron limpiando las lágrimas.
A sus 36 años, y luego de quitarse el peso que cargaba en sus espaldas al ganar el Mundial de Catar, Messi luce más maduro, cómodo, en un nivel altísimo y disfrutando del juego, lo que lo tiene convertido en un ser sobrenatural del fútbol.
No se puede olvidar que llegó a Miami sin hacer pretemporada y que ha tenido una carga de trabajo enorme, aún así sus piernas, al menos hasta ahora, se encuentran como en los mejores años de su juventud.
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