Un episodio insólito ocurrió cuando el Al-Ittihad de Arabia Saudí, donde está el delantero francés Karim Benzema, se negó a jugar contra el Sepahan de Irán en la Champions League asiática por la presencia en el estadio de un busto del general Qasem Soleimani, asesinado en 2022 por Estados Unidos.
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Los jugadores del equipo saudí, entre los que destacan N’Golo Kanté y Fabinho, ni siquiera llegaron al estadio, donde los esperaban unos 60 mil espectadores, reportaron diversos medios locales.
Después de media hora de retraso, el arbitro canceló el partido por “circunstancias inesperadas y para garantizar la seguridad de todos los presentes”, explicó la Confederación Asiática de Fútbol (AFC) en un comunicado.
Fue por este conflicto entre países que la presencia del busto en honor al general Soleimani causó molestia en el equipo árabe, que decidió ausentarse del juego antes de abonar a un clima de tensión.
Irán y Arabia Saudí acordaron en marzo la normalización de sus relaciones diplomáticas, rotas desde 2016 tras los ataques sufridos en sus sedes políticas, a raíz de la ejecución en el reino árabe de un importante clérigo chií.
Durante todos esos años, los equipos de Arabia e Irán jugaron en estadios de terceros países, algo que llegó a su fin y fue bien recibido por los aficionados al fútbol de la región.
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