Cristiano Ronaldo desató la locura entre los aficionados a su llegada a Teherán, donde el Al-Nassr de Arabia Saudí enfrentará al Persépolis de Irán en la Champions League de la Confederación Asiática de Fútbol (AFC).
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Las autoridades locales le regalaron al crack portugués una alfombra persa, uno de los símbolos culturales del país, mientras centenares de aficionados le esperaban en el aeropuerto Imán Jomeini y miles más lo siguieron a lo largo de la carretera que lo llevó a su hotel.
Los fanáticos corrieron tras el autobús que transportó a la ex figura del Manchester United, Real Madrid y Juventus, mientras coreaban cánticos y ondeaban jerseys del jugador.
Su hotel fue rodeado por cientos de fans, que se adueñaron del lobby mientras gritaban el nombre del astro del fútbol.
El equipo de Cristiano volvió a suelo iraní después de que Riad y Teherán normalizaron sus relaciones diplomáticas, rotas desde hace siete años, tras los ataques sufridos en sedes de Arabia Saudí a raíz de la ejecución, en el reino árabe, de un importante clérigo chií.
Durante todos esos años, los equipos de ambas naciones jugaron en estadios de terceros países.
“Son cosas que no puedes comprar”, escribió el equipo árabe en sus redes sociales, con un video de los tumultos que causó Cristiano Ronaldo en el país persa.
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