Megan Rapinoe, en su partido de despedida con la Selección de Estados Unidos Femenina, se va como una leyenda de su representativo, del fútbol femenil y del activismo.
En su fiesta, en el Soldier Field de Chicago, donde el “Team USA” derrotó a Sudáfrica, la todavía futbolista de 38 años no dejó pasar la oportunidad para manifestar su apoyo a la Selección de España tras la polémica del beso no consentido de Luis Rubiales a Jennifer Hermoso y todos los atropellos de los que han sido víctimas las campeonas del mundo, sobre todo de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF).
“Es muy triste y muy frustrante. Las jugadoras deberían estar haciendo una gira de celebración muy larga, en cambio, tienen que buscar una estrategia, tener quizás muchas reuniones entre ellas, y no pueden celebrar su excelencia, sino defenderla.
"Como dije muchas veces, no hay victoria para ellos (los integrantes de la federación), no hay victoria estando en la posición en la que están. Tienes una oportunidad única para apoyar a un equipo que ganó su primer Mundial. Parece que va a ser un proyecto largo. Apoyaré (a las jugadoras españolas) en su lucha” fue lo que declaró la estadounidense a “EFE”.
“Pinoe” deja como legado, aparte de sus éxitos deportivos como dos títulos mundiales y una medalla de oro olímpica, su lucha contra el racismo tras hincarse durante el himno nacional de Estados Unidos en solidaridad a la iniciativa de Colin Kaepernick, la igualdad salarial entre selecciones femeniles y masculinas en el “Team USA”, así como pedir respeto a los derechos LGBT tras hacer pública su preferencia sexual en 2012 y su relación con la basquetbolista Sue Bird. Además de que fue crítica de ex presidente Donald Trump.
Esta es la segunda ocasión que respalda a las ibéricas, ya que en el amistoso de 2022 en Pamplona se expresó a favor de las “15”, las cuales no fueron a la Copa Mundial Femenina de la FIFA Australia & Nueva Zelanda 2023 por esta protesta y sin importar que eran las mejores.
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