Inglaterra cerró la fase de grupos del Mundial Femenino con una aplastante victoria (1-6) sobre China que le permitió sellar su boleto a los octavos y, además, como primera de su grupo. Tres partidos, tres victorias. Brilló especialmente una Lauren James que acabó con dos goles y tres asistencias. Las asiáticas, por su parte, se despide del torneo con este resultado.
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A Inglaterra le llevó apenas cuatro minutos asestar su primer golpe. El mismo tiempo que a China darse cuenta de que el partido que tenía por delante lo iba a tener que sufrir. Alessia Russo se encargó de ello con el 0-1, castigando una pérdida del cuadro asiático.
El dominio era total de las inglesas. Jugaban a placer, presionaban alto, recuperaban rápido, combinaban con fluidez y rompían líneas. El segundo era cuestión de tiempo y llegaría en el 26' fruto de una gran recuperación en el centro del campo. Le llegó el balón filtrado por Lauren James para que su tocaya Lauren Hemp se acomodara la pelota con un control exquisito y definiera a las mil maravillas.
Dos asistencias llevaba Lauren James. Le falta el gol y lo encontró al borde del medio tiempo. Recibió sola al borde del área y no necesitó ni controlarla. Le pegó a la pelota y más que un disparo fue un pase a la red. Golazo. Suyo pudo ser el cuarto en el agregado, pero el VAR intervino para que la silbante lo terminara anulando por fuera de lugar.
Sin embargo China no había dicho su última palabra en el partido. Tras la reanudación, las asiáticas mejoraron sus prestaciones y se acercaron más al área inglesa. Eso hizo que Lucy Bronze cometiera un penal por mano que cazó el VAR y que permitió a China descontar por mediación de Wang Shuang.
Una diana que espoleó a Inglaterra, que volvió a pisar el acelerador y se fue en busca del cuarto gol. Lo encontró quien lo tenía que encontrar, una Lauren James a la que le negaron su doblete en el epílogo del primer tiempo, pero no este. Otra vez una definición maravillosa que demuestra que esta jugadora solo sabe anotar golazos.
Para el quinto, Inglaterra necesitó de la colaboración de la portera china, quien cometió un grosero error que dejó a Chloe Kelly en disposición de solo tener que empujar la pelota para apuntarse a la fiesta goleadora de Inglaterra. Una fiesta a la que Rachel Daly se sumó en los minutos finales con un potente remate de volea que redondeó la aplastante victoria de las inglesas.