El partido de este jueves entre las selecciones de Estados Unidos y Países Bajos por la segunda fecha de la fase de grupos de la Copa Mundial Femenina de la FIFA Australia y Nueva Zelanda 2023, que terminó con un salomónico empate, fue una verdadera batalla en todos los sentidos. Americanas y neerlandesas ofrecieron un gran espectáculo en el Wellington Regional Stadium, en el que pelearon palmo a palmo en el terreno de juego, dejando a algunas de sus protagonistas con cicatrices que demuestran la ferocidad del combate.
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Cuando se jugaban los minutos finales del enfrentamiento, Danielle Van de Donk sufrió un duro golpe en la cabeza que le provocó una abundante hemorragia. La asistencia médica tuvo que entrar al campo para atender a la futbolista del Olympique Lyon, quien se resistía a salir de la cancha y dejar a su selección con una jugadora menos, mientras el conjunto de las Barras y las Estrellas lanzaba un asedio final.
El cuerpo médico de las Leonas Naranjas hizo todo lo posible para detener el sangrado en la cabeza de Van de Donk, pero al no conseguirlo, tomaron la decisión de ponerle un gorro de natación para permitir que la centrocampista regresara al campo y defender los últimos embates de las norteamericanas.
Lo más curioso de esta situación sucedió durante la zona mixta posterior al silbatazo final del enfrentamiento. La neerlandesa se presentó ante los medios de comunicación con el gorro de natación aún en la cabeza, lo cual, por supuesto, no pasó desapercibido. Sin embargo, fue la propia Danielle quien se encargó de aclarar el panorama.
“Sangraba demasiado. No pasa nada, me duele un poco pero no puedo quitarme el gorro porque todavía sangra mucho. Por eso estoy aquí parada con él puesto”, comentó entre risas la futbolista de 31 años de edad.
Mientras concedía algunas entrevistas, Van de Donk se encontró con su compañera en el Olympique Lyon, la estadounidense Lindsey Horan, con quien tuvo un altercado durante el partido en el que se encararon y se empujaron.
Pero la calentura se quedó en el campo, ya que al terminar el cotejo, ambas terminaron enfrascadas en un fraternal abrazo. La camaradería continuó en los túneles, donde se volvieron a encontrar y bromearon de manera natural, dejando en claro que no hay rencillas entre estas dos grandes futbolistas.