Range Rover Sport Autobiography
Las claves del Range Rover Sport Autobiography 2011
1. El Range Rover más deportivo
Si hay una marca que representa la esencia del manejo off road esa es Land Rover.
Pese a los problemas que llevaron a Ford a deshacerse de ella y vendérsela a Tata, la enseña británica continúa siendo un referente cuando de vehículos off road se trata.
Curiosamente, en esta prueba de manejo no te traemos un modelo cuatro por cuatro puro, sino el modelo más deportivo de su gama, el Range Rover Sport que, además, viene en esta variante sobrealimentada, denominada Supercharged, y que, te podemos asegurar es una auténtica bomba.
2. Motor explosivo
Es el conocido AJ-V8 origen Jaguar, que llega a su tercera generación y encontramos aunque en diferentes niveles de potencia en el Land Rover LR4, Prueba del Range Rover Supercharged y Range Rover Sport.
En estos dos últimos, en la vitaminada variante Supercharged rinde unos brutales 510 HP y entrega unas poderosas 461 lb pie de torque.
Fabricado enteramente de aluminio, desde 2009 cuenta con tecnología de inyección directa de gasolina para hacerlo más eficiente.
Aun así, su consumo es de 12 mpg en ciudad y 17 en carretera.
3. Paquete Autobiography
Si ya de por sí los Land Rover son automóviles sofisticados y lujosos, con el paquete Autobiography suben un peldaño más.
Con un extra costo de 11,000 USD sobre los 74,545 USD que cuesta la versión Supercharged, obtienes un hermoso auto sumamente atractivo gracias al añadido de spoiler en el techo, rines de aleación de 20 pulgadas, tapicería de cuero en dos tonos, inserciones de madera en la puerta y relieve con las palabras Autobiography Sport en el reposacabezas, radio digital con sistema de sonido Premium, entre otros.
Al volante del Range Rover Sport Autobiography
Lejos están los tiempos de los Land Rover de hierro forjado y ejes rígidos capaces de subir por una pared.
Materiales más nobles y más ligeros, como el aluminio de aleación o el fino acero de alta resistencia, y suspensiones independientes han encontrado su lugar en la arquitectura de los vehículos de la marca británica sin que por ello hayan perdido un ápice de su espíritu aventurero.
La insistencia de Land Rover de seguir montando plataformas de largueros y travesaños aunque de una manera peculiar, combinada con los más urbanos monocascos de acero, ha dado como resultado un peculiar bastidor denominado Integrated Body Frame (IBF), una arquitectura que combina lo mejor de los dos mundos: el off road y la carretera.
Y entre esos dos mundos hay gradaciones, desde los más camperos LR2 hasta los más deportivos Range Rover Sport y, en especial, esta variante Supercharged con paquete Autobiography.
Chasís, motor y comportamiento
El Range Rover Sport Supercharged cuenta con una suspensión activa y completamente independiente, con resortes neumáticos y tres niveles de ajuste, y el sistema Terrain Response, elementos que comparte con otros modelos de la gama.
Pero, el espíritu deportivo se impone en este Supercharged, no solo por el estratosférico motor de 510 HP, también por la ubicación de levas en el volante, por esa corta distancia entre ejes y por un paquete Autobiography, que además de darle más empaque, incluye un spoiler trasero de techo y faldones laterales, aptos para llevar un poco más al límite a este pequeño SUV.
Así, en marcha, de inmediato comprobamos que el Range Rover Sport se desenvuelve mucho mejor de lo que su cuadrada figura nos da a entender.
En tramos rectos y lisos cuenta con un aplomo lineal imperturbable.
Esta notable sensación de seguridad se mantiene en las curvas de radio amplio, sin que su peso sea un lastre para desenvolverse con soltura.
La dirección, extraordinariamente precisa, ayuda.
Al mínimo toquecito de volante, el auto obedece con una naturalidad sorprendente, impropia de su aparatosa figura.
En carreteras lentas con muchas curvas, el comportamiento varía, pero sigue manteniendo una estabilidad extraordinaria.
No es la Porsche Cayenne, pero se defiende en manejo deportivo y se siente sumamente ágil para afrontar pasos por curva elevados.
Motor sobrecargado
A la pléyade de soluciones eficientes que Land Rover ha montado para ayudar a su desempeño tanto en carretera como en campo, el Range Rover Sport añade ese mencionado motor V8 de 5 litros sobrealimentado de 510 HP y 461 lb-pie que combina con una caja de cambios ZF de seis velocidades.
La fuerza llega pronto y rápido, no hay más que mirar como la aguja del cuentarrevoluciones sube inmediatamente hasta que entra el cambio a una marcha superior.
Adelantamientos y recuperaciones se efectúan sin problemas y su capacidad de frenado es excelente gracias a la presencia unos enormes discos ventilados, los delanteros con pinzas de seis pistones.
El cambio ZF del Range trabaja bloqueando el convertidor y por tanto eliminando el resbalamiento, técnica que se lleva generalizando en los últimos años.
Esto genera un mayor agrado de conducción y proporciona una respuesta más acorde entre lo que demandamos al acelerar y lo que realmente obtenemos.
Eso sí, la combinación de peso, cilindrada y potencia tiene una contraprestación en unos consumos elevados: 12 mpg en ciudad y 17 mpg en carretera.
Imagen significativa
Al margen de la incorporación de un motor LR-V8 de 510 HP, de origen Jaguar, lo que más llama la atención del nuevo Range Rover Sport es esa imagen suavizada respecto a la generación anterior, menos cuadrada, más redondeada si se quiere.
En cuanto al interior, destacan, por encima de todo, los asientos de corte deportivo que hacen honor al nombre Sport del Range Rover.
Resultan realmente confortables y además sujetan excelentemente el cuerpo en un manejo más dinámico.
El interior está plagado de materiales de calidad, como la madera y el cuero.
Casi todo es operable eléctricamente: los espejos retrovisores, el control de crucero, la iluminación adaptativa, la calefacción para las dos filas de asientos, el reglaje del volante, el quemacocos.
Además, cuenta con un sistema de información y entretenimiento extraordinariamente evolucionado, que se maneja o bien desde la pantalla táctil ubicada en la consola central o bien mediante un sistema de reconocimiento de voz bastante preciso.
Con todo este elenco de avanzadas soluciones, Land Rover mantiene ese estatus y vitola de marca de lujo en el mundo de los todo terreno.
De hecho, la enseña británica fue la primera en transformar los duros e incómodos cuatro por cuatro en vehículos altamente sofisticados y de uso diario.
Nos gusta
Motor poderoso
Interior sofisticado
No nos gusta
Precio
Gasto de combustible
Conclusión
Si exceptuamos su consumo de gasolina, el precio es el único defecto que se le puede poner al Range Rover Sport Supercharged.
Son 74,545 dólares de partida, que en el caso de nuestra unidad de pruebas se incrementaban hasta os 86,395 por el añadido de ese espectacular paquete Autobiography, un capricho al alcance de muy pocos bolsillos.