Jaco Nel, de 50 años, perdió los dedos y parte de su cara después de que su perro lo rasguñara y lo lamiera jugando.
Después de jugar con su perro Jaco desinfectó la herida y siguió adelante con su vida. Pero semanas más tarde empezó a sentirse mal.
Una batería que tenía su perro le causó una infección que desencadenó una septicemia, una sobrerreación del sistema inmunológico ante una infección, según informa un artículo publicado en el sitio de la cadena inglesa BBC.
Nel estuvo muy cerca de la muerte. La infección interfiere en el mecanismo de coagulación de la sangre con muchos coágulos sanguíneos más pequeños que cortan la circulación de partes del cuerpo y hacen que la presión arterial baje peligrosamente. Los riñones de Jaco empezaron a fallar y sus piernas empezaron a ponerse negras a medida que avanzaba la gangrena.
A Jaco le amputaron la piernas cuatro meses después, perdió todos los dedos de su mano derecha, uno en su mano izquierda, y necesito cirugía constructiva en la cara.
La septicemia es la principal causa de muerte por infección en el mundo.
Al analizar el perro, los especialista confirmaron que el perro portaba las bacterias dañinas en su saliva.
En el mundo existen 20 millones de personas que sufren septicemia.
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