Una mujer texana murió en octubre por después de haber consumido otras crudas, según un artículo la cadena español Antena3.
Jeanette Le Blanc, de 55 años, ingirió dos docenas de ostas que había comprado en un mercado de Westwego, en el estado de Luisiana (Estados Unidos), y no se imaginaba lo que estaba a punto de pasarle.
Una bacteria denominada vibrio, que entró en su cuerpo y la devoró por dentro estándo viva. Los médicos no pudieron hacer nada para salvarla, ya que parecía un caso de vibriosis grave.
A vibriosis puede contraerse por comer marisco crudo o poco cocido, especialmente en los meses cálidos. También puede afectar aquellas personas que exponen una herida al agua salada.
Por lo general afectadas se recuperan en tres día, pero en casos más graves pueden terminar con la amputación de una extremidad con la muerte.
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