Miles de familia recibieron un correo electrónico donde se les ordenaba que destruyeran con un martillo a una muñeca especifica, hoy catalogada como un artículo de espionaje ilegal, según un artículo publicado en el sitio de noticias argentino Infobae.com.
Todo empezó con un escándalo que involucró a Mi amiga Cayla, una muñeca inteligente del fabricante Genesis Toys, con base en Hong Kong, que se vio envuelta en una investigación llevada acabo por el Departamento de Justicia de los Estados Unidos y la Unión Europea por la supuesta recolección ilegal de datos personales de millones de niños que “hablan” con el juguete.
El 17 de febrero, el Organismo Federal Alemán de Control de Redes, considerado el órgano mayor de control de telecomunicaciones del país, emitió una orden de destrucción de mi Amiga Cayla, a la vez que prohibió su venta, compra y posesión.
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